Los lectores de esta columna se preguntarán: ¿Qué tienen que ver la economía y las finanzas con la vida? ¿Qué esas no son profesiones y preocupaciones para los contadores, economistas y financieros? Y es que, desde pequeños, a los mexicanos se nos ha hecho creer que el ahorro y las inversiones son temas complicadísimos de entender y practicar.
Traduciendo esta última afirmación a números: según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2018[1], sólo 2 de cada 100 adultos mexicanos cuentan con una cuenta de ahorro formal; ya ni hablar de inversión pues, las personas que invierten, son menos del 0.05% de la población adulta mexicana. Reflexionar sobre estas estadísticas me llevó a terminar reflexionando sobre la vida misma; entender de ahorro, finanzas, economía e inversiones debería ser un tema dominado por todos los mexicanos y no sólo por unos cuantos eruditos.
Estas y otras herramientas abren un abanico interminable de posibilidades a hombres y mujeres para alcanzar y realizar los sueños y proyectos que tengan en mente. Por eso, así como le dedicamos importancia y tiempo a las personas y bienes que apreciamos, también deberíamos dedicarle tiempo a aprender sobre cómo utilizar mejor el dinero que día a día ganamos con nuestro esfuerzo y trabajo. Si uno no aprovecha el fruto de su trabajo, siempre habrá algo o alguien más que lo aproveche o le reste valor. Tal es el caso de la famosa inflación, el aumento generalizado de los precios que le va quitando poder de compra a nuestro dinero. Al día de hoy, la inflación anual está en 6.08%[2], afectando a todos los mexicanos porque lo que hoy compramos con 100 pesos el próximo año nos costará 106 pesos adquirirlo.
Si con los párrafos anteriores aún no te he convencido para que empieces a aprender sobre ahorro e inversiones y ese conocimiento lo lleves a la práctica, ten en cuenta que, por primera vez desde 2018 los salarios reales decrecieron 0.58%[3]. Es decir, por primera vez en dos años y medio el aumento en los salarios de los mexicanos no fue suficiente para compensar el aumento en la inflación. Lo cual, se traduce en un poder adquisitivo menor de las familias y negocios mexicanos. Cubrir las necesidades básicas y el nivel de vida que se llevaba es más costoso hoy que hace dos años y medio.
A veces el leer o escuchar este tipo de cifras paraliza a uno. Y nada más lejano a lo que quiero lograr compartiéndote estos datos y cifras. Con ellos, quiero invitarte a que me acompañes mes a mes a través de esta columna para moverte a la acción y aprender sobre finanzas personales. La sabiduría popular nos da una gran lección en este sentido cuando escuchamos el refrán que dice: “Más vale tener un poco de todo a tener todo de nada”.
[1]https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/414831/Cuadr_ptico_2018_verimpresa.pdf
[2]https://www.banxico.org.mx/
[3]https://www.sentidocomun.com.mx/breves.phtml?id=96728&utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=10MAY2021