Ahora que ya pasó la jornada electoral, quiero preguntarle algo mi estimado lector ¿qué sigue? es decir, ya fuimos a votar, ya hay virtuales ganadores y perdedores, provocamos que el mapa político del país se modificara de manera importante y, de hecho, los resultados son interesantes.
Para empezar y de acuerdo con la información disponible por el PREP del INE, al momento en que estoy realizando esta colaboración, de las 15 gubernaturas en juego 11 serán virtualmente gobernadas por Morena, 1 por el PAN, 1 por la alianza PAN – PRD, 1 por la alianza Verde – PT y 1 por Movimiento Ciudadano.
En el caso de la cámara de diputados, si bien el partido del hijo predilecto de Macuspana conservará la mayoría simple, no alcanza los números necesarios para la mayoría calificada. En la Ciudad de México, el mapa electoral prácticamente se encuentra dividido a la mitad, 9 alcaldías para la alianza PAN – PRI – PRD y solo 7 para Morena y en el transcurso de la semana, empezaremos a tener los resultados de los ayuntamientos y congresos locales.
Los resultados, dejan claras algunas cosas: para empezar, Morena no es invencible y fue gracias a que la mano del tabasqueño se dejo sentir en el proceso, que no sufrieron una derrota completa, ganaron muchas gubernaturas, pero, habrá que ver que sucede en los municipios y congresos locales, es probable que ahí estén los contrapesos de los Ejecutivos locales; ganaron la mayoría simple en la cámara de diputados, pero perdieron la calificada, es decir, aquella frase de: “pasan esta iniciativa sin moverle ni una coma…”, no volverá a suceder, tendrán que cabildear y tratar de hacer acuerdos y alianzas; la oposición no logró arrasar, pero tampoco se hundió, tuvo una victoria moderada que los debe obligar a trabajar y no confiarse, de lo contrario y como diría el clásico, estarían dándose un balazo en el pie y además arrojándose solitos al barranco del olvido.
Mientras todo esto se trata de asimilar, hay que recordar mi estimado lector que, la vida continúa y no todo es el proceso electoral, ayer lunes se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la reforma al Poder Judicial que amplía el mandato del Ministro Presidente de la SCJN, situación que necesariamente caerá en el pleno de la corte para su análisis y determinación de procedencia o no, punto clave dentro del experimento que a mi parecer, se lanzó desde Palacio Nacional para cabildear los ánimos y posibilidades a futuro. Así mismo, un juez dictó suspensión definitiva a la Ley de Hidrocarburos y más de un millón de alumnos regresaron a clases presenciales aún cuando el nivel de contagios y muertes por el COVID-19 se mantiene.
Dado lo anterior, se vuelve vital dar respuesta la pregunta del inicio ¿qué sigue? como sociedad es muy claro, sin importar por quién se votó, el siguiente paso es exigir resultados y transparencia en el ejercicio del quehacer público, quienes se alzaron con la victoria deben saber que su principal responsabilidad es con los electores, no con su partido, no con los líderes políticos, su responsabilidad es para con el ama de casa, el estudiante, el carpintero, el taxista, el doctor, el abogado o el financiero que le dieron su voto y que serán quienes le exijan y le denuncien en caso de no cumplir.
Finalmente, el porcentaje de participación ciudadana de acuerdo con el INE fue del 52.67%, algunos dicen que es alto y otros que es adecuado, sin embargo, en mi opinión es un porcentaje alarmante y que se debe analizar a detalle, ¿por qué no votaron? créanme cuando digo que, en esa respuesta hay todo un mundo de información que aquel que sepa obtener y capitalizar, tiene asegurada cualquier elección.