María de Lourdes Jaime Serrano
La introducción del internet y la tecnología en 1995 dio un giro de 180 grados al desarrollo de la economía y de las actividades cotidianas de todos los mexicanos. En el 2021, son pocos los adultos y jóvenes mexicanos que recuerdan los días sin celular o internet. Las fronteras físicas se han desdibujado y el acceso a la información y los servicios de calidad se ha democratizado. La economía tradicional ha dado paso a la economía compartida. Pero, ¿Por qué hablar de estas tendencias? Porque finalmente estas tendencias se están materializando en el mundo de las finanzas personales.
Gracias a los increíbles avances tecnológicos y a que 8 de cada 10 mexicanos[1] cuenta con un celular, tener acceso inmediato a herramientas y plataformas financieras de calidad se convierte, cada día con más fuerza, de sueño imposible a realidad concreta. Hoy en día el manejo de las finanzas personales de cada mexicano puede estar literalmente en la palma de su mano. La oferta de aplicaciones móviles que ofrecen herramientas para presupuestar y dar seguimiento a ingresos y gastos es diversa y muchas veces gratuita (i.e. Fintonic, Monefy, Finerio, entre otras). Autoridades como la Comisión Nacional de Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) a través de sus páginas de internet proporcionan información y aplicaciones para que conozcas, analices y compares los productos de ahorro, ahorro para el retiro, seguros, crédito e inversión que los bancos y otras instituciones financieras ofrecen.
Todos estos detalles nos sirven para informarnos pues, como la sabiduría popular dice: “Santo que no es visto, no es venerado”. La información que se conoce y aplica es sinónimo de poder y potencial. Potencial para ordenar, construir e incrementar tu patrimonio; empoderar y asegurar tu presente; y evitar hipotecar tu futuro. Años atrás invertir y asegurarse era para magnates. Hoy en día esto está lejos de ser la norma. El espíritu emprendedor y disruptivo del ser humano ideó lo que hoy se conoce como economías compartidas en las que, la unión hace la fuerza y crean riqueza. Gracias a ellas, actualmente los mexicanos pueden empezar a ahorrar e invertir desde cantidades pequeñas cómo $50.00 y $100.00 pesos o contratar un seguro de vida o gastos médicos con las mismas cantidades mencionadas arriba. Las empresas de tecnología financiera y la tecnología financiera han sido las responsables de este cambio y poco a poco lograrán la total democratización de las finanzas personales.
Como el agua que erosiona la piedra gota a gota, las empresas de tecnología financiera y sus demás acompañantes, crearán un panorama en el que, el mexicano que no cuide e incremente sus finanzas personales será por ignorancia o pobreza extrema mas que por falta de herramientas, productos u opciones que muy probablemente encontrará en la palma de su mano.
[1] https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/OtrTemEcon/ENDUTIH_2020.pdf
