14 de junio de 2025 10:42 am
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OPINIÓN

¿No mires arriba? ¡MIRA ARRIBA!

...se nos presenta un guion con un protagonismo exacerbado de Estados Unidos, solamente en una pequeña parte de la película se plantea un vínculo de comunicación con autoridades de China o Rusia, sin embargo, su papel es completamente nulo; este hecho es ya costumbre en cualquier película de Hollywood...

AUDIO COLUMNA
María del Carmen Ojeda Portilla

A finales del ya concluido 2021, Netflix estrenó la película “Don´t look up” protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence y Meryl Streep. La película ha sido altamente comentada en redes sociales y en páginas o perfiles de creadores de contenido dirigidos a un gremio más “académico”, “analítico” o “crítico” dentro del mundo del internet. ¿Por qué escribir y/o hablar sobre ella?

La película tiene varias escenas y mensajes dignos de comentarse pues más allá de la producción cinematográfica (campo del que me abstendré de comentar debido a mi ignorancia), a través de una sátira social, política y apocalíptica, Hollywood vuelve a burlarse de nosotros como sociedad.

Para entender las siguientes ideas, presento un breve resumen de lo que sucede en la película. Se presenta una narrativa en la cual un par de científicos de la Universidad de Michigan intentan contarle al mundo de la llegada de un cometa que destruirá el Planeta Tierra. Primero intentan comunicarlo a través del canal más intuitivo para cualquier científico: al gobierno. Al no ver respuesta alguna deciden recurrir a los medios de comunicación creando una cadena de reacciones de indiferencia y una clara intervención de la clase empresarial a través de tecnología respaldada por egresados de las mejores universidades de Estados Unidos (Ivy League) dando como resultado un desastre mundial del que sólo se salva la clase política y sus elegidos.

Analicemos las siguientes ideas para poder crear un juicio sobre la película y sobre lo que los guionistas intentaron decirnos, o no.

Primero, voy a destacar el papel de algunos personajes y lo que su trasfondo representa para mí. La primera a destacar es la presidenta de Estados Unidos (Meryl Streep), representada en género femenino (¡!), encarnada con los más puros rasgos de un estadounidense tradicional, con señales demócratas y republicanas, progresista y heredera del más puro American Lifestyle que se deja entrever en algunas escenas con fotografías suyas junto a la más alta esfera de la política y la farándula estadounidense. Después, nos encontramos con un gran empresario tecnológico (Mark Rylance), aludiendo a una mezcolanza de rasgos entre Bill Gates y Elon Musk, capaz de manipular al más alto cargo del gobierno estadounidense a través del dinero y del consenso social que existe sobre el poder y credibilidad absoluta de la tecnología, respaldada y creada por los grandes maestros y doctores egresados de la Ivy League. Por último, el personaje representado por Jonah Hill, hijo de la Presidenta y jefe del gabinete presidencial, cuyas líneas resuenan constantemente con frases que aluden a una clase social alta completamente aislada de la realidad social general.

Por otro lado, quiero destacar los mensajes o las ideas, más allá de los personajes. Primero, se nos presenta un guion con un protagonismo exacerbado de Estados Unidos, solamente en una pequeña parte de la película se plantea un vínculo de comunicación con autoridades de China o Rusia, sin embargo, su papel es completamente nulo; este hecho es ya costumbre en cualquier película de Hollywood lo cual no permite captar o descifrar una posible realidad como un todo sino siempre acotada por lo que pasa y/o se decide en dicho país. Ante una situación así, me cuesta trabajo creer que otras fuerzas nacionales unidas no puedan tener cabida en las decisiones que afecten al mundo en general. Por otro lado, el constante desprestigio a todo aquel no-egresado de la Ivy League, desprestigio que se ha permeado prácticamente a nivel mundial y se ha convertido en una costumbre religiosa (con todo lo que esta palabra conlleva) para el mundo académico en su mayoría. Por último, destaco la idea que más terror causó en mi mente: cualquier problema que atente contra la vida y evolución de la raza humana se lleva siempre al terreno de lo político, se trata en una agenda que tiene otras prioridades individuales y, ante una posible solución, se acude ciegamente a personas con poder y creencias “religiosas” sobre la ciencia y la tecnología. ¿Por qué me genera literalmente terror esta idea? Porque ante un peligro así, nunca nos enteraremos a ciencia cierta de la realidad, nunca sabremos si es una campaña política, si son fake news, o si verdaderamente un científico está haciendo su trabajo. Vivimos ya en el mundo de la incredulidad a reserva de que venga de palabras de ya saben quien…

En conclusión, ¿por qué me parece una burla? Si bien la película es una sátira, el hecho de plantearnos a una presidenta estadounidense representando todo lo que nunca va a dejar de ser Estados Unidos, un empresario cuyo poder económico le da un poder absoluto sobre lo político, una religión científica creada a merced de las grandes universidades estadounidenses y que todo problema natural o social termine en manos de soluciones políticas, no es un apocalipsis ni una realidad futura, aunque se planteé en términos futuristas y apocalípticos es lo que justamente está pasando en nuestros días, por lo que para mí la burla es la propia burla. Porque la película probablemente gane un Óscar y estaremos aplaudiendo en vez de resolviendo aquellos problemas que van a acabar con la sociedad. El título no pudo ser más acertado, “Don´t look up”, así, mirando únicamente lo que tenemos en frente es como quieren que estemos, los invito a mirar hacia arriba, no dejemos de mirar y abracemos nuestra realidad tal cual es.

(Agrego, ¡ojo!, sin quemar únicamente lo que pienso acerca del gobierno estadounidense, en México ha pasado exactamente lo mismo con películas como Presunto Culpable, La Ley de Herodes, El Infierno y La Dictadura Perfecta, en donde intentan hacer que nos riamos de una realidad futura, exagerada o ficticia cuando es una realidad presente que corrompe a la sociedad.)

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