Eduardo López Chávez
El que hace oídos sordos a las advertencias que se le dan, está destinado a padecer su terquedad.
Macraf
En mi colaboración anterior, terminé mencionando la predicción realizada por el ex gobernador del Banco de México y hoy gerente general del Banco Internacional de Pagos, Agustín Carstens, sobre la posible llegada de un cisne verde, e incluso, mencioné una definición muy básica de lo que es dicho fenómeno:
Se trata de una situación extremadamente rara, con un impacto desproporcionado, que está relacionado con el cambio climático y que solo puede ser explicado después de haber ocurrido…
De acuerdo con algunos expertos, la gravedad a la que nos enfrentaremos no tiene precedente alguno en la historia moderna de la humanidad, ya qué nunca antes se había generado un desarrollo industrial tan grande como el que se presentó en los últimos 50 años, producto del acelerado crecimiento en las tasas de natalidad que han generado, que la población mundial crezca a niveles importantes, esto es, (+) población = (+) demanda de bienes y servicios = (+) producción de bienes y servicios = (+) uso de energía.
Lo anterior parecería algo muy benéfico para la economía internacional, sin embargo, hay que recordar que apenas en los últimos 20 años es cuando se ha puesto mayor atención a que la energía utilizada en los procesos productivos migre a fuentes conocidas como limpias o verdes, dado que, la mayor cantidad de energía utilizada tiene un origen fósil y adicionalmente, el resultado del proceso productivo es la emisión de gases contaminantes que también han aumentado, esto es, por un lado, tenemos un insumo contaminante y por el otro un residuo que también es contaminante, una combinación nada buena para el medio ambiente.
Dado lo anterior, el Banco Internacional de Pagos decidió desarrollar al cierre del mes de mayo 2022 el foro conocido como «Cisne Verde 2022», en el cual participaron una gran cantidad de expertos que abordaron diversos temas como son: el financiamiento de la transición verde, desde fallas del mercado hasta la necesidad de justicia climática, desde consideraciones regionales hasta la necesidad de cooperación internacional, la implementación de operaciones de política monetaria con un enfoque climático y lo esencial que es lograr las emisiones cero.
Para darnos una idea de donde estamos parados, de acuerdo con Ravi Menon, Director Gerente de la Autoridad Monetaria de Singapur y Presidente de la Red para la Ecologización del Sistema Financiero, en 2021 el uso de combustibles fósiles y las emisiones de carbono asociadas, tuvieron un repunte asociado a la recuperación económica mundial, la demanda de carbón lejos de disminuir ha aumentado, los combustibles fósiles representan más del 80% del consumo mundial de energía primaria y, la capacidad de generación de energía renovable si bien ha aumentado en los últimos años, no es suficiente para alcanzar la meta fijada de cero emisiones para 2050.
Así mismo, Menon dio a conocer que, de acuerdo con los expertos, las temperaturas globales ya han aumentado en 1.1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, para poder limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados, lo cual nos permitiría mitigar un poco las consecuencias del cambio climático, las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben alcanzar su punto máximo para 2025 y reducirse en un 45% para 2030 en relación con los niveles de 2019, escenario del que aún nos encontramos muy lejos.
Basta con voltear a ver la gran cantidad de incendios en el Estado de California o de sargazo que hoy se encuentra en las playas de Quintana Roo para saber que las cosas no están bien, ¿se podría evitar la llegada de este cisne verde?, tal vez y con mucho trabajo si, sin embargo, es poco probable que se logre dada la actual estructura productiva internacional y en el caso de nuestro país, basta decir que tenemos un gobierno por demás hipócrita, que, por un lado, da a conocer un decálogo de acciones enfocadas al combate al cambio climático (para mantener contentos a los estadounidenses) y por el otro, celebra por lo alto, la inauguración de una refinería que para colmo, no refina nada.
Mientras no se entienda que el fin de la era de los combustibles fósiles es inminente y no es, el canto de sirena que aseguró el hijo predilecto de Macuspana, estamos condenados a padecer los efectos de ese tan mencionado cisne verde.
