Para saber dirigir, hay que saber hacer, quien no lo entiende tiene un grave problema mental…
Macraf
Eduardo López Chávez
Muchas veces, he repetido en este espacio que el ciclo económico más básico inicia con la certeza y seguridad que se le puede brindar a los dueños del capital para invertir en un país, dicha certeza comprende además de la existencia de un estado de derecho, la posibilidad de contar con el capital humano necesario para desarrollar las actividades propias del negocio, ya sean estás muy básicas o muy especializadas, por lo tanto, la gama de preparación de ese capital humano debe ser muy amplio y garantizado por un sistema de educación robusto, sólido y con visión de futuro, situación que en nuestro país hoy en día no existe.
Por lo tanto, uno de los puntos básicos sobre los cuales se debe de invertir es en la educación y quien encabece la tarea de realizar e implementar la política educativa del país, no puede ser cualquier persona, debe tener conocimiento y experiencia en la materia, lo que nos pondría en la mente que tal vez un docente de profesión que se encuentre activo, podría ser la persona ideal para el encargo, ya que conoce las necesidades de las escuelas, alumnos y profesores, pero es algo que al parecer el morador de palacio nacional sigue sin entender.
Lo anterior, viene a cuenta por la flamante titular de la secretaría de educación pública Leticia Ramírez Amaya, que sustituye a la gran eminencia gris que es Delfina Gómez, quien deja el puesto para buscar por segunda ocasión la gubernatura del Estado de México; aunque la recién llegada al gabinete del hijo predilecto de Macuspana es maestra de profesión como el mismo tabasqueño dijo, la última vez que dio clase se remonta a hace más de 20 años, cuando dejo las aulas por la burocracia del Gobierno de la Ciudad de México encabezado en ese entonces por conocido tabasqueño, ¿qué sensibilidad del tema puede tener alguien que desde hace dos décadas no se ha dedicado a la docencia?, de acuerdo con el morador de palacio ella fue maestra por 12 años, lo que significa que, ha sido burócrata más tiempo que docente.
Aun cuando se le conceda el beneficio de la duda, el reto no es fácil, para empezar, la realidad de hace más de veinte años es completamente distinta a la actual, la pandemia dejó al descubierto las enormes carencias que hay en el sector, el nivel de acceso a las tecnologías de información condicionó el desempeño educativo de niños y jóvenes y de acuerdo con el Tercer Informe de Labores de la SEP, publicado en septiembre de 2021, uno de los más grandes problemas que existen es la deserción escolar que se ve reflejada en la contracción de la matrícula, siendo la más evidente a nivel primaria y superior.
A nivel primaria, los inscritos para el ciclo 2019-2020 fueron 13 millones 862 mil 300 alumnos, para el 2020-2021, se redujo en 184 mil 800, para el ciclo 2021-2022 se estimó una reducción de 189 mil 200. A nivel profesional, la SEP informó que en el ciclo 2020-2021, los inscritos fueron 4 millones 30 mil 600 y para el 2021-2022, se estimó que la cifra sea menor en casi 25 mil estudiantes.
No se puede poner en un puesto clave a cualquier persona y menos, en un sector que debe ser considerado estratégico y de la mayor importancia para cualquier país, lo que se haga hoy en educación, cimentará el futuro del crecimiento y desarrollo del país a futuro, pero es algo que a este gobierno poco le interesa o incluso nada, tan es así que, sus propuestas de cambio al modelo educativo son aberraciones impresionantes que seguramente, serán respaldadas por un nuevo florero sin voz, ni voto, que muy poco o nada hará por mejorar la situación y no por formación, sino por desconocimiento del tema y abyección, yo le pregunto a usted mi estimado lector ¿estaría dispuesto a ser operado por un doctor cuya última intervención quirúrgica fue hace 20 años y después de eso se dedicó a todo menos a la medicina?, si bien es cierto que, lo que bien se aprende no se olvida, es distinto recordar que hacer.