Coyuntura económica y algo más

Sin duda una de las reuniones más esperadas a nivel internacional es el foro de Davos, en el cual, empresarios, académicos, políticos y representantes de los principales organismos económicos a nivel internacional, dan a conocer no solo sus opiniones respecto de los principales sucesos, sino también su perspectiva de cuáles son los retos a los que nos enfrentaremos en los siguientes meses.

Al respecto, quiero analizar algunas de las intervenciones, por ejemplo, respecto de las perspectivas económicas para este año, el 63% de los economistas en jefe de las diversas instituciones, esperan una recesión a nivel global, 64% esperan que la crisis energética disminuya a finales de este año y 68%, considera que la crisis de costo de vida se relajará hacia finales del año. Esto es, existe cierto optimismo por lo que va a ocurrir, pero hay que tener cautela en la toma de decisiones toda vez que, el 100% de esos economistas, consideran que continuarán las tensiones geopolíticas a lo largo de estos 12 meses y eso por supuesto, influirá en la actividad económica.

Por otro lado, destaca lo dicho tanto por la directora general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) Ngozi Okonjo-Iweala, como por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. En el caso de la primera, destacó la importancia de generar mayor inclusión en el proceso comercial de los países, trasladando la idea de competencia estratégica, por la de cooperación estratégica, lo que permitiría a los países generar mayor sinergia entre ellos y potencializar el desarrollo de las regiones, pero, hay que tener cuidado con caer en el “friendshoring”, que de acuerdo con la funcionaria, puede generar una distribución inequitativa de los beneficios del comercio y, por lo tanto, provocar una mayor desigualdad entre los diferentes países, sobre todo si consideramos que muy pocos, voltean a ver a los países del continente africano en este sentido y, de igual forma, se puede provocar la generación de bloques comerciales que terminarán por dividir al comercio internacional.

Por el lado del FMI, su directora gerente destacó que, si bien es cierto el panorama actual en términos económicos es mucho mejor del que se tenía hace algunos meses, no significa que todos los riesgos que se han detectado a lo largo del tiempo, hayan desaparecido, sino que, han disminuido, pero siguen latentes, por ejemplo, las altas tasas inflacionarias a nivel internacional que han mostrado una baja clara, pero, persisten en niveles altos, sin embargo, preocupa en este sentido, que el gran gigante asiático, es decir, China, ha empezado un proceso de reapertura económica que, por supuesto, va a generar un impulso al crecimiento de la economía internacional y al fortalecimiento de los mercados tanto financieros, como laborales, pero, también puede generar nuevas presiones inflacionarias a nivel internacional debido a los altos niveles de consumo del país asiático, asimismo, mencionó la preocupación que existe por la continuidad del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, debido a que la principal afectación que puede sufrir el continente europeo por esta situación es, un incremento en las tasas de desempleo, lo que terminaría provocando, mayor gasto en el rubro por parte de los estados para poder mitigar el impacto en los hogares.

Como puede observar mi estimado lector, parecería que a nivel internacional ya hemos cruzado la frontera del alto riesgo y es posible retomar la senda de la recuperación económica, sin embargo, la rapidez del proceso de recuperación depende, en todo sentido, de lo que suceda al interior de cada uno de los países, en el caso mexicano, 2023 es un año electoral muy importante y puede desencadenar una serie de malas decisiones, por parte del gobierno del hijo predilecto de Macuspana con tal de mantener cierto nivel de poder y, es justo ahí, donde debe entrar a jugar la sociedad civil, hay que señalar los abusos, errores y riesgos, de lo contrario, estamos condenados a tener un año bastante complicado.