Las lineas de pobreza en México | Coyuntura económica y algo más

En esta ocasión, quiero hacer referencia a la evolución de las líneas de pobreza por ingresos, recientemente publicados por el CONEVAL, análisis que realiza cada mes y que divide geográficamente en dos grandes áreas: urbana y rural, siendo la idea primordial del análisis, conocer cuál es el valor monetario mínimo con el que una persona, sería considerada en pobreza moderada o pobreza extrema, basado en términos de ingreso.

Dentro del análisis, además de la división geográfica, se divide el valor monetario de la línea de pobreza por ingresos en lo referente a la canasta alimentaria y la alimentaria más no alimentaria, esta diferencia está basada en que la canasta alimentaria incluye únicamente los grupos de alimentos que se consumen en las diferentes zonas, mientras que lo relacionado con la canasta no alimentaria, hace referencia a bienes y servicios como pueden ser transporte, limpieza y cuidados de la casa, prendas de vestir, calzado y accesorios, enseres domésticos y mantenimiento de la vivienda, cuidados personales, entre otros.

Dado lo anterior, surge una primera conclusión, aquellas personas que están consideradas dentro del análisis de la evolución mensual del valor monetario de la línea de pobreza por ingresos referente a la canasta alimentaria más no alimentaria, son personas que no pueden catalogarse en pobreza extrema si están por abajo del umbral establecido, sino dentro de un espectro de pobreza moderada, mientras que aquellos que son considerados en lo relacionado únicamente a la canasta alimentaria, sí pueden considerarse en pobreza extrema, debido a que el valor monetario al que se hace referencia, implica que las personas consuman los alimentos delimitados dentro de esa canasta, toda aquella persona que obtenga un ingreso menor a lo establecido por el estudio, necesariamente tiene una carencia alimentaria, que lo colocaría dentro del rubro de pobreza extrema.

Al respecto y de acuerdo con los datos del CONEVAL, al mes de marzo de 2023 las líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (canasta alimentaria) se colocaron en los siguientes niveles: urbana $2,154.51 y rural $1,659.09, lo que representa un incremento con respecto al mismo mes del año 2022 del 9.11% ($1,974.57 en marzo 2022) en el caso de la urbana y 9.29% ($1,517.96 en marzo 2022) para la rural. Estos aumentos por supuesto, están ligados con los altos niveles inflacionarios por los que está atravesando el país, motivo por el cual, como lo he mencionado en otras ocasiones, es importante que la principal prioridad del banco central mexicano sea, el combate al alza generalizada de los precios y, por lo tanto, la pérdida de poder adquisitivo de la moneda, finalmente son las personas las que recienten en el bolsillo y en su vida diaria, esos aumentos que incrementan la brecha de desigualdad.

Por el lado de las Líneas de Pobreza por Ingresos (canasta alimentaria más no alimentaria), el incremento fue el siguiente, en el caso de la urbana, paso de $4,042.73 en 2022 a $4,311.87 en 2023, un aumento del 6.66 por ciento, mientras que, en el caso de la línea en área rural, pasó de $2,870.28 en marzo de 2022 a $3,102.31 en marzo de 2023, es decir, 8.08 por ciento más.

Ahora bien, si tomamos en consideración que para el año 2023 el salario mínimo a nivel nacional es de 207.44 pesos diarios, significa que una persona al cabo de un mes, estaría percibiendo $6,223.2 pesos, pero, los datos reflejados por el CONEVAL hacen referencia al costo que tendría adquirir la canasta alimentaria y la canasta alimentaria más no alimentaria, por persona, si en el hogar solo existe un sostén económico, supongamos con cuatro integrantes y que gana el salario mínimo, significa que a cada integrante le corresponden $1,555.8 pesos mensuales, si lo distribuimos de forma equitativa, esto es, 36.08 por ciento del valor de la canasta alimentaria más no alimentaria en la zona urbana y 50.14 por ciento en la zona rural, en buen cristiano, aun cuando el sostén del hogar gane lo suficiente como para catalogarse fuera de la pobreza, la realidad es que, estarían incluso en niveles de pobreza extrema. Lo anterior, sin contar a quienes están en el sector informal de la economía y que perciben menos del salario mínimo, lo que significa que, si bien el incremento del salario mínimo ha beneficiado a una gran cantidad de personas, que de acuerdo con el gobierno son aproximadamente 6.4 millones de trabajadores, no ayuda en nada a disminuir la desigualdad que hoy en día se vive en México.

Es curioso que en un país donde la mitad de la población vive en niveles de pobreza, si hay dinero para refinerías, aeropuertos y trenes, pero para medicamentos, tratamientos médicos, o para el combate a la pobreza alimentaria, no hay, situación que será el gran fracaso de la administración del hijo predilecto de Macuspana.