El peso mexicano se apreció frente al dólar este viernes, extendiendo su fuerte avance en una semana marcada por datos de inflación en Estados Unidos y expectativas sobre las políticas monetarias del Banco de México (Banxico) y la Reserva Federal (Fed). El tipo de cambio cerró en 17.6223 unidades por dólar, comparado con 17.7871 pesos del día anterior, lo que representa una mejora de 16.48 centavos o 0.93%.
El dólar operó en un rango con un máximo de 17.8100 pesos y un mínimo de 17.6172 unidades. El Índice Dólar (DXY), que compara al dólar con una cesta de seis divisas fuertes, perdió 0.34% para ubicarse en 104.08 unidades. En el acumulado semanal, el peso recuperó 46.15 centavos o 2.55%, impulsado por las expectativas de un pronto recorte de tasas por parte de la Fed.
Esta semana, un dato de precios al consumidor y un testimonio del presidente de la Fed, Jerome Powell, alimentaron las expectativas de un recorte de tasas. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) disminuyó un 0.1% mensual, y Powell señaló que no esperarían a alcanzar un 2% interanual para reducir las tasas. Este viernes, el dato de precios al productor en Estados Unidos mostró un aumento moderado, pero no lo suficientemente significativo como para cambiar las expectativas de un recorte en septiembre.
De acuerdo con la herramienta Fed Watch de CME, los futuros descuentan una probabilidad del 88.1% de que la Fed recorte su tasa en septiembre. Esto ha debilitado al dólar frente a sus principales pares, beneficiando al peso, que también ha sido apoyado por la inflación local. El dato de inflación en México a principios de semana mostró un repunte inesperado, lo que aumentó las posibilidades de que las tasas en el país se mantengan altas, impulsando aún más al peso.
Analistas de Banco Base señalaron que el peso se aproximaba al promedio móvil de 50 días de 17.61 unidades y que, si lo rompe de manera sostenida, podría buscar un soporte en 17.35 unidades y, posteriormente, en el nivel psicológico de 17 unidades. Según Monex, el peso mantiene su momentum de apreciación gracias al contraste entre las cifras de inflación en México y Estados Unidos y las expectativas sobre las decisiones de política monetaria de la Fed y el Banxico.