Una actualización en un programa de seguridad causó estragos en aeropuertos, bancos, hospitales y numerosas empresas alrededor del mundo durante la madrugada de este viernes. El apagón tecnológico se prolongó por varias horas, afectando severamente diversas operaciones.
El fallo, uno de los más significativos en años recientes, impactó a aerolíneas internacionales, compañías ferroviarias, bancos y empresas de telecomunicaciones. Incluso las «operaciones informáticas» de los Juegos Olímpicos de París se vieron comprometidas, informó el comité organizador, a solo una semana de la ceremonia de apertura.
Microsoft notificó en su página web que los problemas comenzaron el jueves por la tarde y afectaron a los usuarios de Azure, su plataforma en la nube que controla el software de ciberseguridad CrowdStrike Falcon. El CEO de CrowdStrike, George Kurtz, explicó que un defecto en una actualización afectó a los usuarios de Windows, pero aseguró que el problema fue identificado, aislado y corregido rápidamente.
El fallo provocó una caída del 20% en las acciones de CrowdStrike antes del inicio de la jornada bursátil. El gobierno alemán confirmó que la causa fue una «actualización defectuosa» según información de sus expertos en ciberseguridad, mientras que la agencia de ciberseguridad francesa ANSSI descartó la posibilidad de un ciberataque.
La avería afectó a múltiples aeropuertos internacionales, causando caos en los sistemas de facturación. En Berlín-Brandeburgo, largas filas de pasajeros esperaban en plena temporada de vacaciones, mientras que en el aeropuerto de Sídney, Australia, también se formaron largas filas y pantallas de vuelos dejaron de funcionar, dejando a pasajeros como Alexander Ropicano, de 24 años, en incertidumbre.
Las principales aerolíneas estadounidenses, como Delta, United y American Airlines, suspendieron sus vuelos debido a «problemas de comunicaciones», según la Administración Federal de Aviación. El tráfico aéreo en Berlín se reanudó parcialmente durante la mañana, mientras que otros aeropuertos en Ámsterdam, Hong Kong y España reportaron problemas similares. En Suiza, el aeropuerto de Zúrich suspendió los aterrizajes hasta nuevo aviso.
El fallo no solo afectó a la aviación. Hospitales en los Países Bajos, la Bolsa de Londres y el principal operador ferroviario británico también se vieron afectados. Emisiones de Sky News en Reino Unido fueron interrumpidas, y la cadena australiana ABC informó sobre un fallo importante en sus sistemas. En Nueva Zelanda, bancos y sistemas del Parlamento también reportaron problemas.
El alcance global del fallo resaltó la dependencia mundial de un único proveedor para servicios críticos, subrayó John McDermid, profesor de ingeniería de software en la Universidad de York, quien enfatizó la necesidad de diseñar infraestructuras más resistentes. Entre las aerolíneas afectadas se encuentran Air France, KLM, Ryanair, y las indias IndiGo, SpiceJet y Akasa Air, junto con Turkish Airlines, que canceló 84 vuelos, y varias aerolíneas en el aeropuerto de Singapur que reportaron alteraciones en sus operaciones debido al fallo informático.