La Inversión Fija Bruta en México mostró signos de debilidad en junio, con un crecimiento anual de apenas 0.7%, la cifra más baja desde marzo de 2021. Este leve avance resalta una tendencia de desaceleración que lleva ya ocho meses, con aumentos de solo un dígito en mayo y junio, después de 17 meses de expansiones superiores al 10%, según datos desestacionalizados del Inegi.
En detalle, el sector de la construcción presentó una caída del 0.9% anual en junio, impulsada principalmente por un descenso del 3.1% en la construcción no residencial, marcando su primer dato negativo desde agosto de 2022. En contraste, la inversión en construcción residencial creció un 3.1% anual, lo que evidencia una disparidad dentro del sector.
Analistas de Citibanamex y Monex anticipan que la inversión podría estancarse en los próximos meses debido a varios factores, incluyendo el alto nivel de las tasas de interés reales, la depreciación del peso mexicano y la incertidumbre política tanto en México como en Estados Unidos. Además, el cierre de las obras insignia del actual gobierno plantea un desafío adicional para el sector de la construcción, subrayando la necesidad de nuevos proyectos que impulsen la inversión bajo la próxima administración.
En términos de maquinaria y equipo, el gasto aumentó un 2.8% anual en junio, impulsado por la demanda interna, que creció un 8.7%. Sin embargo, la inversión en equipo importado cayó un 0.8%, reflejando el impacto de la depreciación del peso y la incertidumbre económica.
A futuro, el panorama para la inversión en México parece enfrentar varios obstáculos. La alta base de comparación y la posible moderación del gasto gubernamental en el próximo año podrían frenar aún más el crecimiento. En el primer semestre del año, la Inversión Fija Bruta acumuló un crecimiento del 8.5% anual, por debajo del 15.3% registrado en el mismo período del año anterior, lo que sugiere una ralentización en la inversión productiva.