El Ejército de Israel anunció la muerte de Ahmed Fozi Nazer Muhammad Wadia, comandante de la fuerza de élite Nukhba de Hamas, en una operación conjunta con la Fuerza Aérea y el servicio de seguridad interna. Wadia fue uno de los ocho milicianos de Hamas abatidos en un ataque en Gaza. Este comandante fue responsable de uno de los momentos más aterradores del ataque del 7 de octubre, cuando asesinó a un civil israelí y luego, en un acto de frialdad, bebió una Coca-Cola frente a los hijos heridos de la víctima.
El ataque de Wadia en la pequeña localidad de Netiv Haasara dejó 21 muertos y múltiples heridos. Tras irrumpir en la zona con su grupo armado, atacaron casa por casa mientras lanzaban proyectiles desde la Franja de Gaza. En medio de este horror, Gil Taasa, de 46 años, intentó proteger a sus hijos, pero fue asesinado. Wadia no solo dirigió la masacre, sino que también transmitió en directo en redes sociales desde la escena del crimen, generando una indignación mundial.
La esposa de Taasa, Sabine, también enfrentó el terror de Hamas en otro punto de la localidad. Aunque logró sobrevivir al cerrar la puerta justo a tiempo, su dolor no ha disminuido. Con la noticia de la muerte de Wadia, Sabine expresó cierto alivio, pero el impacto de los eventos del 7 de octubre sigue latente para ella y sus hijos.
Además del operativo que eliminó a Wadia, el Ejército israelí también destruyó un túnel de Hamas utilizado para transportar armas en el norte de Gaza. Mientras tanto, en el terreno diplomático, las tensiones continúan, y las negociaciones para liberar rehenes aún enfrentan desafíos.
