La inteligencia artificial (IA) es una poderosa herramienta que amplifica las capacidades humanas, pero no debe considerarse superior a las personas, sino como un medio para hacer las cosas más rápido y mejor. Así lo señaló Luis Alberto Pineda Cortés, académico del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM, durante el Foro 20.20 de la Fundación UNAM. Pineda recordó que cuando en 1997 la máquina Deep Blue venció al ajedrecista Garry Kasparov, se pensó que era una derrota para los humanos, pero con el tiempo, este hecho democratizó el ajedrez, permitiendo a los mejores jugadores del mundo practicar con simuladores.
Pineda también destacó el desarrollo global de la IA, señalando que Estados Unidos y China lideran su comercialización. Según el académico, estos avances han sido impulsados por grandes corporaciones que aprovechan el imaginario colectivo para vender sus productos tecnológicos, un reflejo del futuro de la IA.
Por su parte, Alejandro Pisanty Baruch, profesor de la Facultad de Química de la UNAM, subrayó la importancia de construir un análisis racional sobre la gobernanza de la IA, un proceso similar al que se dio con internet. Pisanty explicó que la gobernanza de la IA debe establecer reglas y acuerdos que protejan a la sociedad de riesgos como el phishing y el malware, problemas que han sido mitigados en la red mediante protocolos.
Además, Pisanty advirtió sobre el «pánico moral» que suele acompañar a nuevas tecnologías, como sucedió en la antigüedad con la escritura. Señaló que, aunque los algoritmos de IA están presentes en plataformas como Facebook y Netflix, es fundamental establecer normas claras. La UNESCO ya ha reconocido la necesidad de una gobernanza de la IA basada en principios de transparencia y empoderamiento, lo que requiere actualizar las leyes y reglamentos actuales.