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El 7 de octubre, se cumple un año desde que Hamas hizo su operación «Tormenta de al Aqsa», con la cual entraron a Israel y tomaron a los rehenes de vuelta a Gaza. Desde ese día hace un año, hemos visto en tiempo real un insaciable bombardeo por parte de Israel al pueblo Palestino sin descanso. Es por eso que después de 365 días, se han registrado 41 mil muertos, más de 96 mil heridos, más de 100 mil personas desaparecidas, y casi 2 millones de personas desplazadas. Esto, sin contar con las cifras más recientes de Cisjordania, Líbano, Yemen, Syria o Iran quienes también han sido víctimas de ataques indiscriminados Israelis; o de la misma forma, cifras de Israelis que también han sido víctimas de este conflicto.
Porque a pesar de que Hamas sea una organización terrorista, o que efectivamente a violado leyes humanitarias internacionales al tomar rehenes o matar civiles en su operación o haber atacado objetivos no militares, eso no exonera a Israel de todos los crímenes de guerra que ha cometido. Por eso y más, al igual que el gobierno de Israel, me gustaría poder creer que el mundo y este conflicto comenzó en octubre 7 del 2023. No podemos decir que el ataque de Hamas era uno que llego por sorpresa, es uno que desde hace muchos años se veía venir; solo se puede empujar a alguien antes de que empuje de vuelta. Realmente el conflicto que vemos hoy en día era una bomba de tiempo que tarde o temprano explotaría como ya lo hemos visto.
Efectivamente, no son solo 365 días de ataques, son 76 años de conflictos armados, desplazamientos, masacres y abusos que se remontan al Nakba de 1948; junto con la creación del estado Israeli. Hoy por hoy, estamos al borde de una guerra de proporciones mayores donde realmente son los egos y sed de poder quienes están guiando las acciones al día de hoy. Líderes mundiales que buscan y piden un alto al fuego realmente solo lo dicen porque es lo que les toca jugar frente al mundo; seguir el guión de lucha por la paz internacional mientras que defienden a uno de los suyos.
Realmente, no podremos ver un verdadero alto al fuego hasta que acciones verdaderas y concretas se comienzan a tomar para forzar a Israel a frenar su guerra sin fin. El alto a la venta de armas, a enviar tropas y apoyo económico serán las primeras fuerzas reales que podrán alcanzar un alto al fuego. Ya que estamos llegando a una realidad en la que ninguno de los dos bandos puede bajar las armas primero para que esto termine. Si Hamas, Iran, Hezbollah y Líbano deciden cesar sus ataques primero, que impide que Israel termine de exterminar por completo a los Palestinos o que anexe más territorios que Gaza o Cisjordania. Israel por su parte, sus líderes los han llevado a un punto sin retorno a una guerra que no saben como terminar, solo saben como escalar; Benjamín Netanyahu está por conseguir su guerra regional.
No es antisemita gritar por una palestina libre, no es odio pedir un alto al fuego, no son 365 días, el mundo no empezó en octubre 7 de 2023. Éstas son verdades claras que por más que busquen censurar y hacernos creer lo contrario, son hechos que hoy gran parte del mundo puede ver claro. Hoy gente de todo el mundo grita por un alto al fuego; puede que por razones completamente distintas: por los rehenes Israelí secuestrados, por ser palestinos, por miedo a un conflicto mayor o por simple empatía. Es momento que nuestros líderes dejen de solo hablar y tomen verdadera acción para un alto al fuego permanente, porque solo ellos pueden detener el exterminio del pueblo palestino; pero para eso nosotros no debemos bajar la guardia, seguir gritando y presionando hasta conseguir una Palestina libre.
