21 de noviembre de 2024 10:39 pm
OPINIÓN

TMEC 2.0: ¿trilateral o bilateral?

La decisión sobre el futuro del TMEC, ya sea como un acuerdo trilateral o no, se verá reflejada en la redacción de la Ley para la Promoción del Comercio que deberá aprobar el próximo año el nuevo congreso de Estados Unidos, donde...

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Doug Ford, primer ministro de la provincia de Ontario, propuso la semana pasada excluir a México del TMEC – a partir de la revisión que se debe hacer en el 2026 – debido a que el gobierno mexicano está permitiendo la importación de productos chinos a precios artificialmente bajos que luego se usan en la elaboración de manufacturas que se exportan a Estados Unidos, en detrimento de la venta en ese país de productos canadienses similares. La premier de la provincia de Alberta, Danielle Smith, declaró el pasado viernes que está de acuerdo “al 1,000%” con la propuesta del premier Ford debido a que México no ha actuado como un socio igualitario en la relación con Estados Unidos. Por su parte, la viceprimer ministro Chrystia Freeland, quien fue responsable de negociar el TMEC por parte del gobierno canadiense, declaró esa mañana que ha escuchado advertencias de funcionarios y líderes empresariales estadounidenses de que México no está actuando de la misma manera que Canadá y Estados Unidos respecto a China, aunque no aclaró si estaría de acuerdo en que el nuevo TMEC fuera sólo un acuerdo bilateral.

México debe tomar en serio las declaraciones de Canadá. La provincia de Ontario es la más importante, generando el 38.2% del PIB de todo el país, albergando al 39% de la población y es el centro financiero de la nación. Por su parte, Alberta es la tercera provincia más importante del país, después de Ontario y Quebec, siendo responsable del 15.4% del PIB nacional y sobre todo de la producción del 70% del petróleo y gas, su principal producto de exportación a Estados Unidos, que es su principal socio comercial.

Este miércoles, el premier Ford declaró que luego de una llamada en conferencia con el resto de los líderes de las demás provincias y territorios, hay el consenso necesario para solicitar al primer ministro Justin Trudeau excluir a México de la negociación del nuevo TMEC. Al igual que el parlamento canadiense, los gobiernos provinciales presentarán de manera formal al gobierno federal el próximo año sus peticiones y posturas para la negociación del nuevo tratado, que podría iniciar a principios del 2026, una vez que se conozca el resultado de las elecciones federales en Canadá, programadas a más tardar para el 20 de octubre. Y hasta el momento, todas las encuestas indican que sería muy difícil que Trudeau pueda vencer al líder de la oposición conservadora, Pierre Poilievre, por lo que su respaldo a que el TMEC siga siendo un acuerdo trilateral hay que tomarlo con reservas.

La decisión sobre el futuro del TMEC, ya sea como un acuerdo trilateral o no, se verá reflejada en la redacción de la Ley para la Promoción del Comercio que deberá aprobar el próximo año el nuevo congreso de Estados Unidos, donde se establezca el mandato y los objetivos que deberá cumplir la oficina del Representante Comercial de ese país (USTR). Y hay que recordar que a partir del próximo tres de enero, ambas cámaras del congreso de Estados Unidos estarán controladas por los republicanos, quienes hicieron diversas críticas al gobierno de López Obrador por las violaciones de México al tratado y la falta de cooperación del país en materia de control de estupefacientes. La elaboración de estos objetivos será responsabilidad sobre todo de dos comités: el de Medios y Procedimientos (Ways and Means) en la cámara baja y el de Finanzas en el Senado.

Sólo si la Ley para la Promoción del Comercio – conocida en inglés como Trade Promotion Authority o TPA – indica la revisión o negociación de un acuerdo único con México y Canadá, tal como sucedió en julio del 2017, tendremos un acuerdo trilateral. El contenido de la TPA y los objetivos que deberá lograr el USTR en las negociaciones con México y Canadá serán producto de los acuerdos alcanzados entre los 15 comités asesores del sector privado que trabajan con el USTR, los comités de Medios y Procedimientos y de Finanzas del congreso y el propio USTR. En esta ocasión, y a juzgar por la postura de las autoridades canadienses, podemos esperar un intenso cabildeo de Ottawa en la elaboración de estos documentos.

Sin embargo, el que el nuevo TMEC sea o no un acuerdo trilateral, depende en buena medida del gobierno de Claudia Sheinbaum. En particular de que acepte e implemente el resultado del pánel sobre maíz transgénico y que siga adelante con la eliminación de los órganos reguladores, lo que Morena sabe va en contra del tratado. Si la presidenta no manda señales de apoyo al acuerdo, no esperemos contar con el apoyo de Canadá.

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