Motivaciones de los migrantes
La reciente elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha acelerado los movimientos migratorios en la región. Muchos buscan ingresar al territorio estadounidense antes de que concluya 2024, preocupados por las promesas de deportaciones masivas y restricciones más severas.
La caravana incluye mujeres y menores de edad, quienes planean llegar primero a la Ciudad de México para solicitar permisos temporales de tránsito ante la Comisión Nacional de Refugiados (Comar), con la esperanza de avanzar de manera más segura hacia la frontera norte.
Caravana anterior y desafíos en el camino
La caravana que salió el pasado 20 de noviembre fue intervenida por autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) en Arriaga, Chiapas. Cerca de 1,000 permisos temporales de tránsito fueron otorgados, pero algunos migrantes desconfían de las autoridades y decidieron continuar su camino en grupo por temor a deportaciones.
Por su parte, el INM negó cualquier tipo de engaño o incumplimiento en los apoyos brindados a los migrantes. En un comunicado, enfatizó:
- La asistencia humanitaria inmediata, como hidratación y atención médica, ofrecida por los Grupos Beta.
- El compromiso de garantizar un trato digno, especialmente a niños, adolescentes y personas vulnerables.
Impacto y contexto
El fenómeno de las caravanas ha sido un desafío para México, particularmente en zonas fronterizas como Chiapas, que actúan como puntos de concentración. La presión migratoria ha generado tensiones políticas, económicas y humanitarias tanto dentro del país como en su relación con Estados Unidos.
Esta nueva caravana subraya la desesperación y la esperanza de miles de personas en busca de mejores oportunidades, mientras las políticas migratorias y los controles fronterizos se endurecen. El desarrollo de este movimiento será crucial en los próximos días, particularmente en el contexto del cambio de administración estadounidense.