La violencia en Haití alcanzó niveles alarmantes en 2024, con más de un millón de personas desplazadas, triplicando las cifras del año anterior. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), este es el mayor desplazamiento en la historia del país, agravado por el control de las pandillas sobre amplias zonas.
Además del colapso de los servicios básicos y el desabastecimiento alimentario, el impacto ha sido devastador para los niños, que representan más del 50% de los desplazados. Puerto Príncipe y Artibonite son las regiones más afectadas, con aumentos significativos en el número de personas desplazadas.
La OIM destaca que el 83% de los desplazados depende de la ayuda de familiares o comunidades receptoras. En respuesta, hace un llamado urgente a la comunidad internacional para reforzar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad y garantizar condiciones de seguridad más estables.
Amy Pope, directora de la OIM, subrayó la importancia de atender de inmediato las necesidades humanitarias y abordar las causas estructurales de la violencia. Sin esta intervención, la crisis humanitaria en Haití podría seguir escalando, afectando aún más a las comunidades vulnerables.