La economía de la zona euro cerró el cuarto trimestre de 2024 sin crecimiento, tras haber registrado un leve avance del 0.4% en el periodo anterior. La situación fue influenciada por la caída del 0.2% en Alemania y del 0.1% en Francia, así como por el estancamiento de Italia por segundo trimestre consecutivo, según datos de Eurostat.
Mientras que las tres economías más grandes del bloque enfrentaron dificultades, Portugal y España destacaron con crecimientos del 1.5% y 0.8%, respectivamente. Sin embargo, el crecimiento anual de la eurozona fue de apenas 0.7%, reflejando una economía con signos de debilidad y perspectivas inciertas.
Según el economista Bert Colijn, del banco ING, la economía de la eurozona se encuentra estancada y podría continuar así en los primeros meses de 2025. Por su parte, el analista Jack Allen-Reynolds de Capital Economics considera que las perspectivas económicas son peores de lo que se esperaba y que la región comenzó el nuevo año con un crecimiento lento.
En este contexto, la Unión Europea ha lanzado una estrategia denominada «Brújula de la Competitividad» para reactivar el crecimiento económico y mejorar la competitividad de sus empresas. Además, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha iniciado conversaciones con la industria automotriz para buscar soluciones a la crisis del sector.