El peso mexicano experimentó una apreciación significativa frente al dólar, alcanzando su mejor nivel en seis meses. Este fortalecimiento se atribuye principalmente a la debilidad del dólar, influenciada por la incertidumbre en los mercados financieros derivada de las políticas arancelarias de Donald Trump y sus constantes ataques a la Reserva Federal.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, atribuyó la fortaleza del peso a la solidez de la economía mexicana, destacando un modelo económico distinto que prioriza el bienestar social y la inversión pública y privada. Sheinbaum también señaló que las políticas proteccionistas de Trump, incluyendo los aranceles, impactan negativamente en la economía global, aunque México ha mantenido una relativa estabilidad.
La caída del dólar se produce en un contexto de creciente tensión entre Trump y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Los ataques de Trump a Powell y sus políticas han generado nerviosismo en los mercados, aumentando la incertidumbre sobre el futuro de la economía estadounidense y la autonomía de la Reserva Federal.
Los analistas financieros señalan que las decisiones contradictorias de Trump y su política arancelaria han generado desconfianza entre los inversores, similar a la observada durante la pandemia o la crisis financiera de 2008. Mientras tanto, el peso mexicano continúa fortaleciéndose, reflejando la percepción de una economía mexicana más resiliente en comparación con la volatilidad del dólar.