La Cámara de Representantes de Estados Unidos, con mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley que cambiaría el nombre del Golfo de México a «Golfo de América». Esta medida, impulsada por la congresista Marjorie Taylor Greene y respaldada por el liderazgo republicano, busca formalizar la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en su primer día de mandato. El proyecto ahora pasa al Senado para su consideración.
La legislación exige que las agencias federales actualicen todos sus documentos y mapas oficiales con el nuevo nombre. Los republicanos argumentan que, dado el dominio económico y estratégico de Estados Unidos en la región, es apropiado reconocer su influencia. Sin embargo, la medida ha generado fuertes críticas por parte de los demócratas, quienes la consideran una pérdida de tiempo y recursos de los contribuyentes.
Los demócratas, como Mary Gay Scanlon, calificaron el proyecto de ley como «tonto» y «vergonzoso», argumentando que el Congreso debería centrarse en prioridades más importantes, como reducir los costos para las familias estadounidenses. El representante Don Bacon, incluso republicano, expresó su desacuerdo, calificando la medida de «juvenil».
La controversia se suma a la disputa de la Casa Blanca con The Associated Press, que se ha negado a utilizar el nuevo nombre, citando el nombre original del golfo, que tiene más de 400 años de antigüedad. Además, se informa que Trump planea renombrar el Golfo Pérsico como Golfo Arábigo durante su próxima visita a Medio Oriente, lo que podría generar más tensiones diplomáticas. Fuentes y contenido relacionado