China está utilizando su cultura popular como una herramienta poderosa para ganar influencia global, desafiando la hegemonía del poder blando estadounidense. El éxito de películas chinas taquilleras a nivel mundial, como «Ne Zha 2», y videojuegos aclamados como «Black Myth: Wukong», demuestran la creciente capacidad de China para cautivar audiencias internacionales.
La plataforma de redes sociales TikTok, con miles de millones de usuarios a nivel mundial, se ha convertido en otra herramienta clave en la estrategia cultural china. Cada minuto que jóvenes occidentales pasan en TikTok es tiempo inmerso en una esfera cultural diseñada por China, generando preocupación en gobiernos occidentales sobre la seguridad cultural, más allá de la seguridad de datos.
Este auge de la cultura pop china, impulsado por producciones cinematográficas de alta calidad, videojuegos innovadores y aplicaciones virales, sugiere un cambio en el panorama del poder blando global. Mientras China construye rápidamente su influencia cultural, Estados Unidos enfrenta el riesgo de que su poder blando tradicional se debilite.
La pregunta clave ya no es si China puede competir por la influencia cultural, sino si Estados Unidos tiene una estrategia clara para mantener su posición en esta nueva arena de la guerra blanda. El éxito de China en el ámbito cultural plantea desafíos significativos para la influencia global estadounidense en el siglo XXI.