En una sorprendente reactivación diplomática, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que Rusia y Ucrania comenzarán de inmediato negociaciones para un alto el fuego y, aún más importante, para poner fin a la guerra que ha devastado la región. La noticia surge tras una extensa conversación telefónica entre Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin, que duró dos horas y que Trump calificó de «excelente». Durante la llamada, ambos líderes expresaron su disposición para avanzar hacia la paz, con la condición de que las negociaciones sean lideradas directamente por Moscú y Kiev.
El presidente Trump informó a líderes internacionales sobre los avances, incluyendo al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, y los presidentes de Francia, Italia, Alemania y Finlandia. Además, el Vaticano, representado por el papa León XIV, se ha ofrecido como posible sede para albergar las conversaciones de paz. Por su parte, Putin ha mostrado disposición para trabajar con Ucrania en un memorando de condiciones para la siguiente ronda de negociaciones.
A pesar de los avances, persisten desafíos significativos. Putin ha reiterado demandas como la neutralidad de Ucrania y la retirada de las fuerzas ucranianas del Donbás. Mientras tanto, Ucrania insiste en que cualquier acuerdo debe incluir garantías de seguridad y el respeto a su integridad territorial. Aunque aún no se han establecido detalles específicos, este anuncio marca un paso significativo hacia la resolución de uno de los conflictos más prolongados y devastadores de Europa en las últimas décadas.