Los gobiernos de Francia, Canadá y Reino Unido lanzaron una fuerte advertencia a Israel exigiendo el fin inmediato de su ofensiva militar en Gaza y el levantamiento de las restricciones que impiden el ingreso de ayuda humanitaria. En un comunicado conjunto, los líderes de estas naciones expresaron su preocupación por la crisis humanitaria y amenazaron con acciones concretas si Israel no modifica su estrategia.
Los primeros ministros Keir Starmer (Reino Unido) y Mark Carney (Canadá), junto al presidente Emmanuel Macron (Francia), afirmaron que si el gobierno de Benjamin Netanyahu no cesa sus acciones, tomarán medidas que, aunque no especificadas, apuntan a una posible presión diplomática o económica. “No nos quedaremos de brazos cruzados”, advirtieron los mandatarios.
Si bien reconocen el derecho de Israel a defenderse tras el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, los tres líderes subrayaron que la respuesta ha sido desproporcionada, afectando gravemente a la población civil y agravando la emergencia en Gaza. También condenaron las recientes declaraciones de altos funcionarios israelíes, a las que calificaron de “odiosas”.
Otro punto clave del pronunciamiento fue la denuncia al desplazamiento forzado de civiles palestinos, al que consideraron una violación del derecho internacional humanitario. Exigieron que Israel detenga cualquier intento de convertir estos desplazamientos en una solución permanente, lo cual va en contra de las normas internacionales.
De cara a la conferencia internacional sobre Gaza programada para el 18 de junio en Nueva York, Macron, Carney y Starmer reiteraron su respaldo a una solución basada en dos Estados y al plan árabe como base para alcanzar un acuerdo duradero. También manifestaron su disposición a colaborar con la Autoridad Palestina, Israel, Estados Unidos y socios regionales para encontrar un camino político viable.
La advertencia se da en un contexto de creciente alarma por parte de la ONU, que advierte sobre un posible escenario de hambruna generalizada en Gaza si no se restablecen los canales de ayuda. Mientras tanto, Israel no ha respondido oficialmente al ultimátum, aunque se anticipa que la presión internacional aumentará si no se producen cambios sustanciales.