La situación en la Franja de Gaza ha alcanzado niveles críticos. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aproximadamente 14 mil bebés podrían morir en las próximas 48 horas debido a la falta de alimentos y medicinas, resultado del bloqueo impuesto por Israel que ya supera los 80 días. Además, se estima que más de 930 mil niños enfrentan riesgo de hambruna.
Aunque Israel ha autorizado la entrada de cerca de 100 camiones con ayuda humanitaria, esta cifra es insuficiente comparada con los 600 camiones diarios que ingresaban antes del bloqueo. La distribución de la ayuda se ve obstaculizada por restricciones en el terreno, lo que impide que los suministros lleguen a quienes más los necesitan.
Las autoridades de Gaza reportan que al menos 320 personas han muerto debido a la escasez de alimentos y medicamentos, incluyendo 58 por desnutrición y 26 pacientes renales que no recibieron tratamiento adecuado. Además, se han registrado más de 300 abortos espontáneos relacionados con la falta de nutrientes esenciales.
Organizaciones internacionales y gobiernos han condenado la situación, calificándola como una catástrofe humanitaria. Se exige la apertura inmediata de corredores humanitarios seguros y el cese del bloqueo para evitar una tragedia de mayores proporciones.