El gobierno laborista de Keir Starmer en Reino Unido se encuentra bajo presión y contempla la posibilidad de reincorporar ciertos subsidios sociales para pensionados. Esta consideración surge tras conocerse que la tasa de inflación anual en abril de 2025 dio un salto inesperado, alcanzando el 3.5%, su nivel más alto desde enero de 2024.
El aumento de casi un punto porcentual respecto a marzo (cuando fue del 2.6%) es el mayor incremento mensual desde 2022. Factores como el disparo en las tarifas aéreas por las vacaciones de Semana Santa y las subidas en los precios de alimentos, gas, electricidad y agua, contribuyeron a este repunte inflacionario.
El primer ministro Starmer reconoció la presión que sienten los jubilados por el costo de vida y afirmó que el gobierno está analizando revertir el recorte de los subsidios de combustible de invierno. Esta medida, implementada para equilibrar las finanzas, había generado fuertes críticas y contribuyó a la pérdida de terreno del Partido Laborista en las elecciones locales.
Este inesperado salto inflacionario podría influir en la cautela del Banco de Inglaterra a la hora de seguir bajando las tasas de interés, lo que podría tener un impacto en la economía británica en los próximos meses.