En conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que la reciente llamada que sostuvo con su homólogo estadounidense, Donald Trump, se enfocó exclusivamente en temas comerciales, en particular en continuar las negociaciones para reducir aranceles entre ambos países. La conversación, la séptima entre ambos mandatarios y con una duración de 10 minutos, no incluyó asuntos de seguridad ni el reciente doble homicidio en la Ciudad de México.
Sheinbaum explicó que el diálogo buscó preparar el terreno para la visita del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a Washington, donde sostendrá reuniones clave para avanzar en acuerdos comerciales, en especial sobre el sector automotriz, el acero y el aluminio. La mandataria destacó la relación cordial con Trump y reafirmó que, aunque México ya cuenta con beneficios comerciales preferenciales, el objetivo es lograr aún mejores condiciones.
La presidenta fue enfática al señalar que no se discutieron temas como el envío de tropas estadounidenses a territorio mexicano ni los asesinatos de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores de la jefa de Gobierno capitalina Clara Brugada, pese a que el asunto fue mencionado por autoridades estadounidenses en el Capitolio.
Adicionalmente, Sheinbaum expresó su desacuerdo con el impuesto a las remesas aprobado recientemente en la Cámara de Representantes de EE. UU., aunque reconoció como un avance su reducción del 5% al 3.5%. Anunció que su gobierno continuará cabildeando para eliminar completamente ese gravamen, al considerar que va en contra del acuerdo bilateral de no doble tributación. También mencionó que no hay fecha definida para reabrir la frontera a la importación de ganado vivo, debido a la amenaza del gusano barrenador.