El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a poner en el centro de la atención las tensiones comerciales internacionales al anunciar la posible imposición de aranceles del 50% a productos de la Unión Europea. Esta medida, que entraría en vigor a partir del 1 de junio, surge de la frustración del mandatario estadounidense ante lo que considera un estancamiento en las negociaciones comerciales con los países europeos, afirmando que estas «no llevan a ninguna parte». La declaración subraya una postura firme por parte de Washington en busca de un acuerdo comercial que considera justo.
En un movimiento que amplía el alcance de sus políticas arancelarias, el presidente Trump también confirmó este viernes que el arancel del 25% que inicialmente había mencionado para Apple, se aplicará de igual manera a otros gigantes de la tecnología. Específicamente, Samsung y otros fabricantes de teléfonos inteligentes se verán afectados por esta medida, que el presidente justificó como necesaria para asegurar la equidad en el mercado. Según sus declaraciones, la aplicación de estos nuevos aranceles a los productores de smartphones se hará efectiva a finales del mes de junio.
Desde el Despacho Oval, Trump reiteró su disposición a mantener en vigor el arancel del 50% sobre la Unión Europea si no se logra un acuerdo comercial satisfactorio. Esta postura recalca la presión que la administración estadounidense está ejerciendo sobre sus socios comerciales, buscando redefinir las relaciones económicas globales a través de la imposición de barreras arancelarias. Las declaraciones de Trump, reportadas por Reuters y AFP, señalan un panorama comercial complejo y en constante evolución, con implicaciones significativas para las economías de ambos lados del Atlántico y para la industria tecnológica global.