El rey Carlos III de Reino Unido ha comenzado una visita de Estado de dos días a Ottawa, Canadá, con el claro objetivo de reafirmar su rol como soberano de Canadá y máximo representante de la Commonwealth. Esta visita, iniciada este lunes junto a la reina Camila, busca escenificar el apoyo incondicional de la monarquía a la soberanía e independencia del país norteamericano frente a las crecientes amenazas anexionistas del expresidente estadounidense Donald Trump. La tensión entre Canadá y Trump ha aumentado tras el regreso de este último al poder y sus repetidas declaraciones sobre la anexión del país vecino, generando un amplio rechazo entre los canadienses.
El respaldo del monarca se manifestará de manera significativa este martes durante su discurso de apertura de la nueva legislatura en el Parlamento canadiense, el primero de un soberano desde 1977. Aunque el mensaje oficial será redactado por el Gobierno de Canadá, se espera que el rey Carlos III incluya sus propios «toques personales», con referencias implícitas a la soberanía de Canadá y un rechazo sutil a las pretensiones de Trump, manteniendo un tono diplomático. Fuentes del palacio han señalado la habilidad del rey para manejar este «equilibrio diplomático» entre los intereses del Reino Unido, que busca complacer a Trump, y la postura firme de Canadá.
La visita real se produce pocas semanas después de un tenso encuentro entre el nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, y Donald Trump en la Casa Blanca, donde Carney afirmó categóricamente que su país «no está en venta», a lo que Trump replicó con un tajante «nunca digas nunca». Las insistentes declaraciones de Trump sobre convertir Canadá en el «Estado número 51» de Estados Unidos han sido un factor clave que contribuyó a la inesperada victoria de Carney en las elecciones federales de finales de abril, dada su postura de firmeza ante la administración estadounidense.
Desde Buckingham, son conscientes de la importancia de defender la soberanía de Canadá, uno de los países más relevantes de la Commonwealth, para mantener la popularidad de Carlos III en la región. La monarquía busca demostrar su relevancia y su compromiso con la independencia de sus reinos. El rey ya había manifestado su apoyo a Canadá en ocasiones previas, incluyendo encuentros con el exprimer ministro Justin Trudeau y el propio Mark Carney, donde se discutió el futuro soberano e independiente del país, consolidando así la buena relación y ultimando los detalles de esta significativa visita de Estado.