Rusia llevó a cabo un masivo ataque aéreo contra Ucrania la noche del domingo, lanzando un total de 364 proyectiles, de los cuales 355 fueron drones (tanto de combate como señuelos) y nueve misiles de crucero, según informó este lunes la fuerza aérea ucraniana. Este ataque constituye el mayor despliegue de drones desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, de acuerdo con el portavoz militar Yuriy Ignat.
En Kiev, el alcalde Vitali Klitschko alertó a la población sobre explosiones en la ciudad y pidió buscar refugio, mientras que las alarmas antiaéreas se prolongaron por seis horas. A pesar del volumen del ataque, no se han reportado muertes en la capital.
Sin embargo, en la región de Sumy, ubicada al noreste del país y bajo constante presión militar rusa, un civil murió en las últimas 24 horas debido a bombardeos. En el oeste de Ucrania, la región de Jmelnitski reportó 18 edificios residenciales dañados, y en Odesa, en el sur, un niño de 14 años resultó herido.
Este ataque se produjo después de un fin de semana ya marcado por una intensa ofensiva aérea rusa, descrita por las autoridades ucranianas como “días de terror”. Las acciones refuerzan la preocupación por la intensificación de los bombardeos sobre zonas civiles en todo el territorio ucraniano.
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