El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha aplaudido la decisión de un tribunal en Estados Unidos que bloquea la mayoría de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Carney calificó la medida como un acierto, dado que los aranceles excedían la autoridad presidencial. En una intervención ante la Cámara Baja del Parlamento canadiense, el líder manifestó la satisfacción de su gobierno con la decisión de la Corte de Comercio federal. Según Carney, este bloqueo judicial «es consistente con la posición de Canadá de que los aranceles fueron ilegales e injustificados», validando la postura canadiense en el conflicto comercial.
Sin embargo, a pesar de esta victoria legal, Carney no ocultó la preocupación por el impacto duradero de las acciones de Trump. El primer ministro enfatizó que, si bien el bloqueo es un paso positivo, las decisiones arancelarias del expresidente han «dañado de forma permanente la relación» que Canadá mantenía por más de medio siglo con su vecino y principal socio comercial. Esta declaración subraya la profundidad de la afectación, más allá de la mera resolución legal de un conflicto puntual.
El gobierno canadiense se enfrenta ahora al reto de redefinir su relación económica con Estados Unidos. Carney explicó que la relación comercial «sigue amenazada de forma profunda y afectada por los aranceles, igualmente injustificados, contra el acero, el aluminio y el sector del automóvil». Ante este escenario, la «principal prioridad del nuevo Ejecutivo canadiense» es establecer una nueva relación económica y de seguridad con Estados Unidos.