El empresario tecnológico Elon Musk anunció este miércoles su salida del gobierno del presidente Donald Trump, poniendo fin a su papel como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una instancia creada para recortar el gasto federal. El anuncio llega poco después de que Musk criticara abiertamente el proyecto de ley presupuestal impulsado por el mandatario republicano.
«A medida que concluye mi periodo como empleado especial del gobierno, agradezco la oportunidad de haber servido en la misión de reducir el gasto innecesario», expresó Musk a través de su cuenta en la red X, plataforma que también dirige.
El magnate, fundador de Tesla, SpaceX y Starlink, se distanció de la administración tras calificar de contradictorio el llamado “proyecto de ley grande y hermoso”, promovido por Trump y aprobado recientemente por la Cámara de Representantes. Según Musk, la iniciativa compromete el objetivo de controlar el déficit presupuestario, eje central de su labor en DOGE.
“La misión de DOGE solo se fortalecerá con el tiempo, pero esta ley socava sus principios”, apuntó, refiriéndose a los recortes masivos que él mismo impulsó en agencias federales. Según Musk, miles de funcionarios fueron despedidos como parte de ese plan.
En una entrevista con CBS News, el empresario afirmó que le “decepcionó” el volumen del gasto proyectado. “Un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no ambas cosas a la vez”, ironizó.
La Casa Blanca intentó minimizar las tensiones. “Este no es un presupuesto anual, es una medida fiscal independiente”, argumentó Stephen Miller, asesor de Trump, al defender el proyecto.
Pese a su salida, Musk defendió los resultados de DOGE, que en su opinión eliminó duplicidades burocráticas y generó ahorros significativos. Sin embargo, reconoció a The Washington Post que la magnitud del problema en Washington superaba sus expectativas: “Sabía que había ineficiencias, pero la batalla ha sido mucho más dura de lo que imaginé”.
Musk fue designado por Trump en febrero para encabezar la reorganización del aparato federal. No obstante, desde abril comenzó a reducir su participación para retomar el control directo de sus empresas. Aunque inicialmente había respaldado con donaciones la campaña de Trump en 2024, sus recientes desacuerdos presupuestarios evidencian una ruptura con el presidente, en medio de una nueva fase de su administración.