En abril de 2025, la inflación en México se vio impulsada principalmente por el incremento en los precios de frutas, destacando el aguacate, cuya cotización se elevó un 41% respecto al mismo mes del año anterior, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este aumento posicionó al fruto como el principal producto inflacionario del periodo.
La naturaleza estacional de las frutas y su sensibilidad ante fenómenos como el cambio climático, alteraciones en la producción y factores en la cadena de suministro, han provocado una notable volatilidad en sus precios. Esta situación generó un impacto considerable en el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor.
Después del aguacate, la pera y la naranja también contribuyeron de forma significativa al alza inflacionaria. La pera registró un incremento de 28.8%, mientras que la naranja subió 20.6% en su comparación interanual. Estos productos, al ser de consumo frecuente, influyen directamente en el bolsillo de los hogares mexicanos.
Además de estas frutas, otros alimentos como el durazno (con una variación del 19.4%), el café tostado, la carne de cerdo y la capacita también mostraron aumentos importantes en sus precios. Estos datos reflejan cómo factores externos siguen afectando el costo de los alimentos, manteniendo la inflación como una preocupación para la economía nacional.