La creciente ola de violencia en México ha transformado el blindaje vehicular en una necesidad para diversos sectores, más allá de políticos y empresarios. La Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) estima que en 2025 se blindarán cerca de 4,000 vehículos, un aumento del 10% respecto al año anterior, impulsado por la percepción de inseguridad y el uso de armamento más avanzado en delitos comunes.
Según Esteban Hernández, presidente de AMBA, la tendencia responde a la intensificación de asaltos violentos, incluso en entornos urbanos. El blindaje nivel 3, ideal para resistir disparos de armas como la Magnum .44, se ha vuelto el más solicitado, creciendo de un 65% en 2024 a un 72% en 2025. Este nivel se considera óptimo para la mayoría de los usuarios que circulan por zonas urbanas, aunque en regiones conflictivas como Sinaloa, los clientes exigen niveles de blindaje más altos, ante el riesgo de armas de alto poder como el AK-47.
Aunque ciudades como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y el Estado de México concentran la mayoría de los pedidos, el fenómeno se ha extendido a zonas del norte y sureste, donde la violencia se ha recrudecido. Esta expansión no solo es geográfica, sino también sectorial, abarcando desde gobiernos y empresas hasta particulares que buscan protección como medida preventiva.
Los vehículos más comunes para este tipo de protección son modelos robustos de Chevrolet, Jeep y GMC, debido a su capacidad de soportar el peso del blindaje sin afectar el rendimiento. El proceso puede durar entre dos y doce semanas, dependiendo del modelo y la disponibilidad de materiales. En cuanto a costos, los precios oscilan entre 35,000 y 75,000 dólares, según el nivel de protección deseado.
Desde la Asociación de la Superación por México (ASUME), Sergio Loyola destaca que el interés en blindajes ha ido en aumento, por lo que el enfoque ahora también está en educar al consumidor. La orientación se basa en identificar el tipo de blindaje más adecuado según el perfil y rutina del usuario, ya sea para vehículos de lujo o modelos más discretos de uso diario.