El gobierno de México, a través del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que solicitará a Estados Unidos la exención de los aranceles del 50% impuestos al acero y aluminio mexicanos, calificándolos de «injustos». La medida estadounidense, que entró en vigor el 4 de junio, ha generado preocupación en diversos sectores económicos de México, debido al impacto que podría tener en la industria nacional y en las relaciones comerciales bilaterales.
Ebrard enfatizó la importancia de mantener un diálogo abierto con las autoridades estadounidenses para buscar soluciones que beneficien a ambas naciones y eviten tensiones comerciales. El gobierno mexicano espera que, mediante negociaciones diplomáticas, se logre revertir la imposición de estos aranceles y se restablezca un comercio justo y equitativo entre ambos países.
La imposición de estos aranceles por parte de Estados Unidos forma parte de una estrategia más amplia de protección de su industria nacional, pero ha sido criticada por socios comerciales como México, que consideran que estas medidas afectan negativamente la cooperación económica y el desarrollo conjunto.
Las autoridades mexicanas han reiterado su compromiso con el libre comercio y la búsqueda de acuerdos que promuevan el crecimiento económico y la estabilidad en la región. La respuesta de Estados Unidos a la solicitud de exención será determinante para el futuro de las relaciones comerciales entre ambos países.