Durante mayo, los precios al productor en Estados Unidos registraron un aumento marginal del 0.1%, tras una caída del 0.2% en abril, de acuerdo con datos del Departamento de Trabajo. Este avance, menor al 0.2% esperado por analistas, se vio principalmente impulsado por un alza en los costos de los servicios, aunque también se observaron incrementos en los precios de los bienes.
Al excluir componentes volátiles como alimentos, energía y servicios comerciales, el índice mostró un crecimiento similar del 0.1%, contrastando con la baja de 0.1% registrada el mes previo. Sin embargo, expertos advierten que esta cifra modesta esconde presiones inflacionarias más profundas que enfrentan actualmente los productores, especialmente debido a los recientes aranceles impuestos por el presidente Donald Trump.
En términos anuales, el Índice de Precios al Productor (IPP) se elevó un 2.6%, ligeramente por encima del 2.5% registrado en abril. Este incremento ocurre en un contexto de políticas comerciales más restrictivas, como el impuesto general del 10% aplicado en abril a la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos, junto con mayores gravámenes sobre el acero, el aluminio y los automóviles.
Por otro lado, las cifras del mercado laboral reflejan una desaceleración. Las nóminas no agrícolas crecieron en 143,000 durante mayo, significativamente por debajo del ajuste al alza de 307,000 en diciembre. Esta evolución será observada de cerca por la Reserva Federal en su próxima reunión, ya que, aunque han comenzado a bajar las tasas de interés post-pandemia, los responsables monetarios siguen evaluando cuidadosamente los efectos de los aranceles sobre la economía antes de avanzar con una política más expansiva.
