Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, no se presentó este lunes ante el juez Juan Carlos Peinado, quien busca enjuiciarla por presunta corrupción y tráfico de influencias. Gómez fue representada por su abogado, tal como permite una directiva europea vigente en este tipo de diligencias.
No es la primera vez que se acoge a esta prerrogativa legal. El pasado 27 de septiembre también faltó a una citación similar, donde el juez le informó su intención de someterla a juicio por un caso aparte relacionado con presunta malversación de fondos públicos. Desde abril de 2024, Gómez es investigada por haber supuestamente utilizado su vínculo con el presidente para obtener beneficios privados.
El magistrado sospecha que Gómez, cuando dirigía un máster en la Universidad Complutense de Madrid, pudo haber usado su posición para recibir apoyo financiero del empresario Juan Carlos Barrabés. Además, una asistente suya y el propio Barrabés también enfrentarían cargos por los mismos delitos.
Este caso ha tensado la relación entre el poder judicial y el Gobierno. Mientras la fiscalía ha solicitado cerrar la investigación por falta de pruebas, el juez Peinado insiste en llevarla a juicio. La situación generó incluso una crisis política en abril, cuando Pedro Sánchez consideró renunciar al cargo.
Además de Gómez, otras figuras del círculo cercano al presidente están bajo escrutinio, incluyendo su hermano y el exministro José Luis Ábalos, implicado en un escándalo de contratos públicos presuntamente irregulares.






