El Banco de la Nación Argentina (BNA) ha alcanzado un superávit récord en el primer semestre de 2025, un hito financiero que consolida la ambiciosa transformación histórica iniciada por la entidad. La BNA reportó un superávit de $386 mil millones de pesos, un resultado impulsado por la disciplina de costes, la contención del gasto de personal (con la reducción de 1,700 colaboradores) y una gestión financiera eficiente.
Este resultado es un pilar clave en el contexto de la estrategia de estabilización macroeconómica del gobierno. La BNA no solo ha saneado sus cuentas, sino que ha reforzado su misión como motor de desarrollo: su cartera total de préstamos privados creció un 22.4% en términos reales, con desembolsos de más de $11.5 mil millones de dólares destinados a financiamiento productivo y a las familias.
Desde una perspectiva crítica, el éxito del BNA se produce en un entorno de recesión económica y alta volatilidad. El control de costes ha reducido la planilla a niveles de 2010, una medida que, aunque genera ahorro, plantea interrogantes sobre la eficiencia operativa a largo plazo. Sin embargo, la irregularidad de la cartera de préstamos se encuentra en su mínimo histórico, alrededor del 2%, lo que refleja la prudencia y la mejora en la gestión del riesgo crediticio.
La BNA, bajo su Plan Pellegrini 2024-2028, busca consolidar su liderazgo financiero (con 17.5% de participación en préstamos privados), demostrando que la banca pública puede generar superávit y, a la vez, ser un agente activo en el impulso del crédito para el sector privado en la economía.







