El presidente de la Generalitat Valenciana anunció su dimisión este lunes luego de la fuerte presión política y social derivada de la gestión de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que golpeó duramente a la región la semana pasada. La tormenta dejó un saldo de varios muertos, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales, lo que generó indignación entre la población y la oposición.
En su mensaje de renuncia, el mandatario reconoció errores en la coordinación de los servicios de emergencia y en la comunicación con los municipios más afectados. Aseguró que su decisión busca “facilitar la recuperación institucional y devolver la confianza ciudadana en las autoridades regionales”.
Durante los últimos días, diversos partidos políticos y organizaciones civiles habían exigido su salida, argumentando que la falta de previsión y respuesta oportuna agravó las consecuencias del desastre. También se cuestionó la ausencia de medidas preventivas ante las alertas meteorológicas emitidas con anticipación.
La DANA provocó inundaciones severas en Valencia, Alicante y Castellón, dejando a cientos de familias sin vivienda y colapsando parte de la infraestructura urbana. El gobierno central español anunció que continuará brindando apoyo económico y técnico a la comunidad autónoma, mientras se prepara la elección de un nuevo presidente para encabezar la reconstrucción regional.






