La administración del presidente Donald Trump ha ejecutado la destitución del inspector general de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda (FHFA), el organismo clave que supervisa a gigantes hipotecarios como Fannie Mae y Freddie Mac, que proveen más de $8.5 billones en financiación al mercado hipotecario estadounidense. La medida, que se suma a una serie de destituciones de organismos de control (watchdogs) en la administración actual, intensifica la preocupación por la independencia institucional y el riesgo político en el sector financiero.
Fuentes cercanas indicaron que la destitución se debe a la participación del inspector general en una «represión» contra funcionarios y políticas de la administración Trump. Este patrón de purgas ha afectado a otras agencias, incluyendo al Departamento de Vivienda y a directivos de la Reserva Federal (Fed), a quienes el presidente ha criticado por no apoyar su agenda.
Desde una perspectiva crítica, la remoción del inspector general de la FHFA genera una vulnerabilidad sistémica en el mercado de la vivienda. La FHFA es fundamental para garantizar que Fannie Mae y Freddie Mac se centren en la vivienda y la estabilidad financiera, especialmente en un momento en que la inflación, los altos tipos de interés y la crisis de la asequibilidad hipotecaria persisten. Al destituir a un funcionario clave de vigilancia, la administración expone a los organismos hipotecarios a una menor supervisión, lo que podría aumentar el riesgo en el sector financiero.
La acción refleja el esfuerzo continuo de la administración Trump por consolidar el control sobre las agencias regulatorias, alineando su liderazgo con una agenda política que prioriza la desregulación, incluso a costa de la transparencia y la vigilancia.






