Diversos especialistas y organismos internacionales advirtieron que la desigualdad que atraviesa la infancia en América Latina ha llegado a niveles críticos, por lo que es indispensable que los gobiernos de la región impulsen una agenda conjunta y coordinada. Señalaron que la pobreza, la violencia, la desnutrición y el rezago educativo siguen afectando de manera desproporcionada a niñas, niños y adolescentes.
Durante un encuentro regional, los expertos explicaron que los recortes presupuestales, la falta de inversión social y la débil articulación entre países han limitado el avance de políticas efectivas. Subrayaron que, pese a algunos programas locales exitosos, los esfuerzos aislados ya no son suficientes para atender problemáticas que trascienden fronteras, como la migración infantil y la explotación laboral.
También se destacó que la región enfrenta un retroceso en derechos fundamentales debido a los efectos económicos postpandemia, el aumento de la desigualdad y los conflictos internos en varios países. Las infancias más vulnerables —particularmente las comunidades indígenas, rurales y migrantes— son quienes padecen de manera más severa las brechas de acceso a salud, educación y protección.
Las organizaciones participantes hicieron un llamado a los gobiernos latinoamericanos para crear una agenda regional que priorice el bienestar infantil, refuerce los sistemas de protección social y asegure presupuestos suficientes. Señalaron que invertir en la infancia es indispensable para romper ciclos de pobreza y garantizar un desarrollo equitativo en el futuro de la región.







