La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) cerró su 39ª edición con una cifra histórica: alrededor de 953 mil visitas en nueve días de actividades, lo que representa un aumento cercano a 5% frente a 2024, es decir, unos 45 mil asistentes adicionales según el balance preliminar presentado por su presidente, José Trinidad Padilla López.
El encuentro se desarrolló del 29 de noviembre al 7 de diciembre en Expo Guadalajara y espacios aledaños, donde se realizaron más de 3 mil actividades literarias, académicas y culturales dentro y fuera del recinto, incluyendo hoteles, el Centro Cultural Universitario y el paraninfo de la Universidad de Guadalajara. En los 43 mil metros cuadrados de exhibición se reunieron 2,790 sellos editoriales de 64 países, que pusieron a disposición del público alrededor de 450 mil títulos, junto con la presencia de 973 autoras y autores responsables de 648 presentaciones de libros.
En el ámbito institucional, la FIL confirmó su relevancia económica y organizativa. La directora Marisol Schulz informó que, tras años complejos en lo financiero, la feria opera ya con autosuficiencia: se reportaron ingresos por 131.3 millones de pesos y egresos por 128.1 millones, con un saldo positivo de 3.18 millones de pesos que se destinarán a la siguiente edición y a nuevos proyectos. Además, la presencia digital se consolidó con una comunidad de más de 813 mil seguidores y más de 60 millones de interacciones en redes sociales; solo la página web de la FIL recibió cerca de 2 millones de visitas durante los nueve días.
En el plano cultural, la edición estuvo marcada por una presencia internacional diversa. Pasaron por la feria figuras como Chimamanda Ngozi, María Dueñas, Eduardo Mendoza, Luis García Montero, Leonardo Padura, Donatella di Pietrantonio, Samer Abu Hawash, Nona Fernández, Horacio Castellanos Moya y autoras y autores mexicanos como Cristina Rivera Garza, Guillermo Arriaga y Alma Delia Murillo, reforzando el carácter de la FIL como plataforma de diálogo literario global.
El cierre incluyó el relevo simbólico del Invitado de Honor: Barcelona cedió la estafeta a Italia. El lema italiano para 2026 —“El mundo nos habla como un gran libro”, frase de El nombre de la rosa de Umberto Eco— fue presentado como eje conceptual de la próxima participación, en la que será la segunda ocasión que Italia asuma este papel tras su presencia de 2008. El representante del gobierno italiano subrayó el vínculo entre lectura, multiplicidad de miradas y tradición literaria, evocando también a Dante Alighieri para ilustrar la forma en que la literatura articula la experiencia humana.
El éxito de convocatoria tuvo también implicaciones logísticas. En uno de los días con mayor afluencia, la sede debió limitar temporalmente el acceso por indicaciones de Protección Civil, ante la presencia masiva de público atraído por actividades como la presentación de Joan Manuel Serrat y un conversatorio con el actor Richard Gere y la secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena. La dirección de la FIL descartó un cambio de recinto y reiteró que la prioridad es respetar los límites de capacidad y expandir programación hacia espacios alternos en la ciudad, incluso “tomando la calle” para ciertas actividades.
Con estas cifras de asistencia, volumen editorial y derrama para Guadalajara, la FIL confirma su papel como uno de los encuentros del libro más relevantes de América Latina, tanto por su impacto cultural como por su peso económico en la ciudad sede.



