El cierre de Stranger Things, una de las series más emblemáticas de Netflix, no solo se jugará en las pantallas de televisión. La plataforma confirmó que el episodio final de la quinta temporada se proyectará en 500 cines de Estados Unidos y Canadá, en funciones especiales los días 31 de diciembre de 2025 y 1 de enero de 2026, al mismo tiempo que llega al catálogo de streaming.
El anuncio incluye un sitio web específico donde se detalla la lista de salas participantes y el mecanismo para obtener lugares. A diferencia de un estreno tradicional, no habrá venta directa de boletos: cada cine venderá cupones de descuento que aseguran un asiento en la función, y serán las propias salas las que se queden con los ingresos de taquilla. Para Netflix, no habrá ganancia directa por las proyecciones, lo que subraya el carácter excepcional del experimento.
En términos de calendario, los primeros cuatro episodios de Stranger Things 5 se estrenaron el 26 de noviembre; los siguientes tres llegarán el 25 de diciembre, y el episodio final —con una duración confirmada de dos horas con cinco minutos— estará disponible en la plataforma el 31 de diciembre. Es la primera vez que Netflix lanza el capítulo final de una serie en salas de cine y lo hace, además, sin alterar la fecha de estreno en streaming.
La decisión llega tras meses de tensiones internas. Los Hermanos Duffer, creadores de la serie, habían insistido en que la última temporada está concebida como “ocho películas” y que el cierre debía sentirse como un “evento” en pantalla grande. La jefa de contenido de Netflix, Bela Bajaria, se había mostrado reticente, defendiendo el lanzamiento exclusivo en streaming. El acuerdo final, que incluye proyecciones en cadenas como AMC Theatres la noche del 31 de diciembre de 2025, supone una ruptura con la postura histórica de la empresa de priorizar su plataforma frente a las ventanas teatrales.
El movimiento se inscribe en una estrategia más amplia de flexibilización del modelo. Netflix ya había probado corridas limitadas en cines con proyectos específicos, como la película animada K-Pop Demon Hunters y la superproducción Frankenstein de Guillermo del Toro, que tuvo alrededor de tres semanas en salas antes de su llegada al servicio. Sin embargo, nunca antes había hecho algo similar con el final de una serie insignia.
En términos narrativos y de industria, el final de Stranger Things en cines busca capitalizar el peso cultural de la serie que consolidó a Netflix como productora global. El episodio pondrá fin a la historia de Once y sus amigos y cerrará los arcos abiertos en torno al “Upside Down”, mientras la compañía mide hasta dónde puede convertir sus cierres de franquicia en experiencias de evento, sin abandonar el corazón de su negocio: el streaming simultáneo en todo el mundo.
Más que un simple guiño a los fans, la jugada perfila un posible nuevo estándar para contenidos de gran arrastre: finales que combinan pantalla grande, comunidad en sala y distribución digital global en tiempo real. El desempeño de este experimento marcará si el modelo se replica o queda como una excepción diseñada para despedir a la serie más importante en la historia de Netflix.



