El futuro de Helmut Marko en Red Bull luce cada vez más cercano a su punto final. Tras el Gran Premio de Abu Dhabi, el histórico asesor de la escudería austriaca reconoció que sostendrá reuniones internas para definir si continúa o no en la organización a partir de 2026, en un contexto de cambios profundos en la estructura deportiva del equipo.
Las imágenes posteriores a la carrera en Yas Marina reflejaron esa transición: mientras Max Verstappen, vencedor de la prueba, veía consumarse el título de Lando Norris, su ingeniero de carrera Gianpiero Lambiase aparecía visiblemente frustrado, con Marko detrás intentando consolarlo. De acuerdo con versiones de prensa, esa escena podría quedar como una de las últimas del veterano directivo en el paddock de Red Bull.
Marko, de 82 años, forma parte de la escudería desde 2005 y jugó un papel relevante en el proceso que terminó con la salida de Christian Horner en 2025, después de casi dos décadas al frente del equipo. Según el medio británico The Telegraph, la cúpula de Red Bull busca un acuerdo mutuo para cerrar formalmente su etapa, con un anuncio previsto hacia finales de año.
El propio Marko ha sido ambiguo en sus declaraciones. En Abu Dhabi aseguró que no existe prisa por tomar una decisión y que antes quiere “consultarlo con la almohada”, al tiempo que subrayó que se trata de un “conjunto complejo de diferentes cosas” que debe evaluar con calma. En otra declaración recogida por motorsport.com matizó que, por ahora, su continuidad “no está en duda”, pero insistió en que tendrá una conversación clave antes de definir su camino.
Desde el lado deportivo, la relevancia de su figura se refleja también en la relación con Max Verstappen, quien lo ha descrito como un “segundo padre”. Preguntado sobre si la dupla Verstappen–Marko se mantendría, el tricampeón fue tajante: “No lo sé. Tienes que preguntarle a él”, evidenciando que la decisión está en manos del asesor.
La dirección actual de Red Bull, encabezada por Laurent Mekies tras la salida de Horner, ha anticipado más ajustes en la organización. El propio Mekies ha señalado que la Fórmula 1 “no es un entorno estático” y que es normal revisar constantemente la forma de operar, mensaje que suena a despedida velada para Marko, al tiempo que reconoce su aportación para reconducir una temporada que se había complicado a mitad de año. También se prevén cambios en las funciones de Gianpiero Lambiase, llamado a asumir un rol de mayor peso dentro del equipo.
Si se confirma su salida para 2026, Marko se convertiría en la segunda baja de alto perfil en Red Bull en un corto periodo, después del despido de Horner en 2025. Más allá del relevo personal, el movimiento marcaría el cierre de una era y la consolidación de una nueva estructura de poder dentro de una de las escuderías más dominantes de la Fórmula 1 reciente.
