La productividad del trabajo en México cerró el tercer trimestre de 2025 prácticamente sin cambios, mientras que el costo de la mano de obra siguió al alza en la mayoría de los sectores, de acuerdo con el boletín más reciente de los Indicadores de Productividad Laboral y del Costo Unitario de la Mano de Obra (IPL-CUMO) publicado por el INEGI.
El Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE), con base en horas trabajadas, se ubicó en 95.9 puntos en el periodo julio-septiembre de 2025, sin variación respecto al trimestre previo y con una caída anual de 0.2 % en cifras desestacionalizadas. Es decir, la economía produce prácticamente lo mismo por hora trabajada que hace un año, pese a los cambios en la actividad de distintos sectores.
Por grupos de actividad, el comportamiento fue mixto. La productividad global aumentó 6.2 % trimestral en las actividades primarias y 0.3 % en las terciarias, mientras que en las secundarias retrocedió 2.0 % en el mismo periodo. En comparación anual, las actividades primarias avanzaron 9.8 %, las secundarias disminuyeron 2.1 % y las terciarias cayeron 0.3 %. Estos datos muestran que el impulso viene del sector agropecuario, mientras que industria y servicios mantienen desempeños más débiles en términos de eficiencia por hora trabajada.
Al analizar la productividad laboral por sector, el Índice de Productividad Laboral (IPL) revela contrastes. En el tercer trimestre, y con cifras desestacionalizadas, la productividad en las industrias manufactureras creció 0.3 % respecto al trimestre inmediato anterior; en comercio al por mayor aumentó 2.3 %, en comercio al por menor 1.1 % y en servicios privados no financieros 0.1 %. En cambio, en las empresas constructoras el IPL cayó 2.1 % trimestral y acumuló una baja anual de 6.5 %.
En paralelo, el costo unitario de la mano de obra —que relaciona remuneraciones reales con productividad— mostró incrementos generalizados. El Índice del Costo Unitario de la Mano de Obra (ICUMO) subió 1.7 % trimestral en la construcción, 0.3 % en manufacturas, 0.3 % en comercio al por menor y 1.5 % en servicios privados no financieros. Sólo el comercio al por mayor registró una disminución de 3.5 % frente al trimestre anterior. En términos anuales, el ICUMO aumentó 6.1 % en construcción, 3.6 % en manufacturas, 4.6 % en mayoristas, 3.2 % en minoristas y 3.0 % en servicios privados.
Las cifras originales del boletín confirman la debilidad de la productividad global: el IGPLE pasó de 95.7 a 95.6 puntos entre el tercer trimestre de 2024 y el mismo periodo de 2025, mientras que la productividad de las actividades secundarias descendió 2.3 % anual y la de las terciarias 0.2 %. En contraste, las actividades primarias mostraron un avance anual de 11.0 %, apoyado en una caída de 6.6 % en las horas trabajadas y un incremento de 3.7 % en el producto interno bruto del sector.
Desde la óptica macroeconómica, estos datos son relevantes porque la combinación de productividad prácticamente estancada con costos laborales unitarios al alza puede presionar los márgenes de las empresas y, eventualmente, trasladarse a precios finales, afectando la competitividad y la inflación. Para sectores como la construcción, la caída sostenida en productividad junto con mayores costos laborales apunta a un entorno particularmente retador para la inversión y el empleo; en manufacturas, comercio y servicios, los incrementos moderados en productividad ayudan a amortiguar el alza de costos, pero no alcanzan todavía para marcar un cambio de tendencia claro.
El INEGI publicará la siguiente actualización de estos indicadores el 6 de marzo de 2026, lo que permitirá evaluar si la productividad laboral logra recuperar dinamismo o si se consolida un escenario de crecimiento apoyado más en mayor uso de mano de obra que en mejoras de eficiencia.
