El Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) estima que el gasto de los hogares en México cerró el último tramo de 2025 con un avance moderado, pero con señales de desaceleración. Para octubre proyecta un crecimiento anual de 3.2% y para noviembre un aumento de 2.6%, ambos en términos reales y con cifras desestacionalizadas. En comparación mensual, se anticipa un alza de 0.3% en octubre y una ligera caída de 0.1% en noviembre.
En niveles, el IOCP —con base 2018=100— prevé que el Indicador Mensual del Consumo Privado se ubique en 112.8 puntos en octubre y 112.6 puntos en noviembre. Es decir, el consumo se mantiene por encima del nivel previo a la pandemia, pero sin registrar saltos significativos en los últimos meses. El propio boletín subraya que las estimaciones cuentan con intervalos de confianza de 95%, lo que da una idea del rango posible en el comportamiento del indicador.
El consumo privado es una de las piezas centrales de la demanda agregada: recoge el gasto que realizan las familias en bienes y servicios, desde alimentos y transporte hasta educación y entretenimiento. Por ello, su evolución resulta clave para tomar el pulso de la economía. El IOCP nace precisamente para ofrecer una fotografía más rápida de este componente, adelantando varias semanas la información que tradicionalmente provee el Indicador Mensual del Consumo Privado.
De acuerdo con el INEGI, el indicador oportuno se construye con modelos econométricos y técnicas de aprendizaje automático, que aprovechan la relación estadística entre el consumo privado y otras variables económicas que se publican con mayor rapidez. El modelo combina información mensual y diaria, ajustada por estacionalidad, y promedia los resultados de distintos esquemas de regresión y series de tiempo para obtener una estimación puntual más estable, acompañada de rangos de variación probables.
El contexto en que surgió esta herramienta no es menor. Tras la pandemia, los cambios en la actividad productiva y en los patrones de gasto hicieron más evidente la necesidad de contar con indicadores más oportunos para la toma de decisiones de política económica. El IOCP busca cubrir ese espacio: no reemplaza al indicador tradicional, pero sí ofrece una señal temprana sobre si el consumo se está acelerando, frenando o manteniendo su ritmo.
Que el indicador anticipe crecimientos anuales todavía positivos, pero con variación mensual prácticamente plana en noviembre, sugiere que el consumo avanza, aunque con menos fuerza. Para las autoridades económicas, las empresas y los hogares, estos datos son relevantes porque ayudan a dimensionar la resistencia del gasto de las familias frente a un entorno de inflación contenida, pero aún presente, y a los cambios en empleo e ingreso.
En síntesis, el IOCP apunta a un cierre de año en el que el consumo privado sigue siendo un soporte importante de la economía mexicana, aunque sin mostrar un impulso suficiente como para hablar de una expansión robusta.
