La inflación en México dio una señal de alivio en la primera quincena de diciembre de 2025: el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) avanzó 0.17% respecto a la quincena anterior y la tasa anual se ubicó en 3.72%, por debajo de lo observado en el mismo periodo de 2024, cuando la inflación anual fue de 4.44%. El INPC se colocó en 143.057 puntos, un dato que, traducido a la vida diaria, significa que el ritmo general de aumento de precios se moderó, aunque no de forma pareja para todos los bolsillos.
El detalle clave está en la “cocina” de la inflación. El componente subyacente —el que suele reflejar mejor la tendencia de fondo— subió 0.31% quincenal y marcó 4.34% anual. Dentro de él, las mercancías aumentaron 0.13%, mientras los servicios avanzaron 0.47%. Esto importa porque, cuando los servicios se encarecen, el ajuste suele sentirse más persistente: desde comer fuera hasta ciertos gastos cotidianos del hogar.
En contraste, el componente no subyacente bajó 0.30% quincenal y registró 1.71% anual. Aquí destacó la caída de frutas y verduras (-1.54%), que ayudó a contener el resultado general. Los agropecuarios en conjunto retrocedieron -0.93% y, dentro de ellos, también bajaron los pecuarios (-0.52%). Pero no todo se movió a la baja: energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron 0.21% en la quincena.
Al revisar qué productos empujaron más el índice, aparecen movimientos muy visibles: el transporte aéreo subió 38.25%, los servicios turísticos en paquete aumentaron 9.02% y el tomate verde se encareció 10.69%. Del lado contrario, bajaron el jitomate (-4.84%), el huevo (-2.50%), el pollo (-0.95%) y la calabacita (-10.62%). Es decir: la inflación general se moderó, pero ciertos rubros asociados a temporada y viajes sí “metieron ruido” en el costo de vida.
También hubo diferencias regionales. Entre las entidades con variación por arriba del promedio nacional estuvieron Yucatán (0.67%) y Baja California Sur (0.53%); por debajo, Querétaro (-0.22%) y Puebla (-0.16%). En ciudades, destacó Tijuana (0.79%) al alza, mientras Izúcar de Matamoros (-0.45%) quedó entre las menores variaciones.
En resumen: el cierre de año trae un respiro en la inflación general, impulsado por la caída en productos agropecuarios, pero con una presión que no desaparece: los servicios siguen subiendo y suelen ser los que más tarda en “enfriarse” en la economía cotidiana.



