La Resolución Miscelánea Fiscal para 2026 ya está publicada y, aunque suene a “trámite anual”, en la práctica es el manual operativo con el que el SAT baja a tierra cómo se cumplen obligaciones todos los días. Su relevancia no es menor: ordena reglas aplicables a impuestos como ISR, IVA e IEPS, además de derechos y otros conceptos federales (con la excepción explícita de comercio exterior), y define con mayor precisión qué se espera de contribuyentes, sectores y plataformas en 2026.
Más allá del volumen, el mensaje central es continuidad con refuerzo: más control, más estandarización y más cumplimiento digital. En materia de facturación, se mantiene y fortalece el uso de complementos en CFDI, con énfasis en sectores específicos. Destaca la permanencia del complemento Carta Porte para transportistas, pieza clave para el seguimiento de mercancías y la trazabilidad logística. También se sostienen facilidades de comprobación para ciertos grupos, como asociaciones culturales y actividades artísticas, además de esquemas particulares para el sector primario.
En energía, la Miscelánea vuelve a poner el reflector en hidrocarburos y petrolíferos: se afinan reglas de vigilancia y verificación de controles volumétricos, y se refuerza el uso de certificados y sistemas aprobados, lo que sube el listón operativo para empresas del sector.
Otro capítulo que cobra peso es el de servicios digitales. Se mantienen obligaciones para plataformas (nacionales y extranjeras) que intermedian bienes, servicios u hospedaje: registro, retenciones de IVA e ISR cuando corresponda y emisión de comprobantes, buscando cerrar huecos y evitar que la economía digital quede “a medias” en el cumplimiento.
Además, la Miscelánea integra un paquete amplio de estímulos fiscales vinculados a distintos decretos (como combustibles, región fronteriza, zonas libres y polos de desarrollo), y contempla esquemas de regularización y repatriación en el marco de lo previsto para el año.
Puntos a tener en el radar para 2026
- Entrada en vigor: del 1 de enero al 31 de diciembre de 2026.
- Complementos de CFDI: regla general de obligatoriedad 30 días después de su publicación en el portal del SAT, salvo excepciones.
- Mayor presión operativa en: logística (Carta Porte), energía (controles volumétricos) y economía digital (plataformas).
- Refuerzo de herramientas digitales de interacción y notificación, con el buzón tributario como eje.
En resumen: 2026 no cambia el juego completo, pero sí aprieta las tuercas. Para empresas y personas, el costo de “dejarlo para después” suele crecer cuando las reglas se vuelven más específicas y los controles, más automáticos.



