El Manchester City, uno de los equipos más dominantes del fútbol europeo en la última década, enfrenta un inesperado declive. Tras caer en una racha de seis partidos sin ganar, incluida una remontada sufrida ante el Feyenoord (3-3) en la Champions League, las alarmas están encendidas para Pep Guardiola y su equipo. La defensa, otrora un pilar de su éxito, ha concedido 17 goles en los últimos encuentros, dejando atrás su imagen de invulnerabilidad.
La prensa británica no tardó en bautizar esta etapa con apodos como «Calamitoso City» y «Sin City», reflejando la implosión del equipo. «Débiles, ligeros, frágiles», resumió Alan Shearer, exjugador de la selección inglesa, al analizar el desempeño reciente de los ‘Sky Blues’. Incluso Guardiola, conocido por su control táctico, admitió no encontrar respuestas inmediatas, reconociendo la necesidad urgente de recuperar la confianza y la fortaleza del equipo.
Entre las causas de esta debacle destaca la ausencia de figuras clave en la defensa, como Ruben Dias y John Stones, mientras que jugadores como Josko Gvardiol han acumulado errores en momentos críticos. A ello se suman decisiones cuestionables de Guardiola, como la sustitución de Nathan Aké por un joven inexperto en el último partido, lo que agravó la vulnerabilidad defensiva.
El próximo reto del City no es menor: enfrentarse al Liverpool en Anfield este domingo. Los ‘Reds’, actuales líderes de la Premier League, promedian dos goles por partido y no dan margen para errores. Guardiola deberá ajustar las piezas rápidamente si busca evitar que esta crisis dañe irreparablemente la temporada de los vigentes campeones.
