La más reciente Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de diciembre de 2025, elaborada por el Banco de México con la participación de 41 grupos de análisis nacionales y extranjeros, ofrece una radiografía del escenario económico que visualiza el mercado para los próximos años.
Los analistas mantienen prácticamente sin cambios sus previsiones de inflación general y subyacente para 2025 y 2026 respecto a noviembre. Para el cierre de 2025, la expectativa de inflación general anual se ubica en 3.77% y la subyacente en 4.25%; para 2026, en 3.93% y 3.97%, respectivamente, niveles que siguen por encima de la meta de 3% del banco central.
En cuanto al crecimiento, el consenso apunta a un avance muy limitado de la economía. Para 2025, la expectativa de crecimiento del PIB real es de apenas 0.37%, mientras que para 2026 se reduce a 1.21% y mejora ligeramente a 1.84% en 2027. Se trata de trayectorias que perfilan un escenario de bajo dinamismo, insuficiente para detonar una expansión robusta del mercado interno.
En el frente financiero, se prevé que la tasa de fondeo interbancario cierre 2025 en 7.01%, para descender gradualmente a 6.49% en 2026 y 6.33% en 2027, lo que sugiere un ciclo de relajamiento monetario ordenado. El tipo de cambio peso–dólar se anticipa en 18.56 pesos al cierre de 2025, 19.12 en 2026 y 19.56 en 2027, con una revisión a la baja para 2025 y 2026 respecto a la encuesta previa.
En materia fiscal, los especialistas esperan déficits económicos de 3.78% del PIB en 2025 y 3.68% en 2026, superiores a los estimados un mes antes. Los requerimientos financieros del sector público se proyectan en 4.33% del PIB para 2025 y 4.23% para 2026, también con ligeros aumentos frente a la encuesta de noviembre. Estas cifras apuntan a una posición fiscal exigente, que podría limitar márgenes de maniobra ante choques externos o domésticos.
En el sector externo, las expectativas sobre el saldo de la balanza comercial para 2025 mejoraron respecto al mes previo, mientras que las de cuenta corriente se mantienen en niveles similares. Al mismo tiempo, los flujos esperados de inversión extranjera directa para 2025 y 2026 se revisan al alza, lo que refleja que, pese a los riesgos, los analistas siguen viendo oportunidades para la llegada de capital productivo al país.
La encuesta también recoge la percepción de los factores que podrían obstaculizar el crecimiento en los próximos seis meses. Los participantes identifican como principales limitantes la gobernanza (44% de las respuestas), las condiciones económicas internas (26%) y las condiciones externas (25%). A nivel específico destacan la inseguridad pública, la política sobre comercio exterior, la debilidad del mercado interno, la falta de estado de derecho, la ausencia de cambio estructural, la incertidumbre económica y política interna y la corrupción.
Finalmente, el contexto externo tampoco luce holgado. Para Estados Unidos, principal socio comercial de México, los analistas prevén un crecimiento del PIB de 1.88% en 2025 y 1.94% en 2026, con ligera mejora frente a la encuesta anterior, pero aún en niveles moderados. En conjunto, las expectativas delinean un entorno de inflación que converge lentamente hacia la meta, crecimiento bajo y riesgos internos significativos, donde la credibilidad de la política económica y la capacidad de mejorar la seguridad y el estado de derecho serán centrales para modificar el ánimo de los especialistas.
