En ocasiones la realidad se abre paso a través de las locuras más incomprensibles.
Sandra Andrés Belenguer, El violín negro
En las últimas semanas, hemos visto varias situaciones que nos deben poner a reflexionar en lo que está pasando en el país, no podemos tomar a la ligera lo que día a día está sucediendo, tenemos enfrente, una tormenta perfecta, cuyos estragos no pueden ser cuantificados completamente por que las ramificaciones son muchas, algo que ni siquiera Hollywood hubiera puesto en los cines, permítame explicarme.
Hoy el país es golpeado desde dos frentes, por un lado, vivimos el inicio del que seguramente será un serio problema de salud pública y cuyo origen se dio en el exterior, el COVID-19, el famoso coronavirus, ha puesto en jaque no solo al gobierno federal, sino también a la sociedad mexicana, ambas partes con posiciones totalmente contrarias, la sociedad ha dado respuesta al problema tomando acciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y gobiernos extranjeros, mientras que el gobierno mexicano, en voz del morador de Palacio Nacional, ha dado respuesta a la situación con un “Detente” y la portación de imágenes religiosas, por que a decir del subsecretario de salud, ya saben quien, es una fuerza moral y no de contagio.
Declaraciones que rayan en la locura y además reflejan la falta de coordinación que existe dentro del aparato gubernamental, mientras el Dr. López Gatell invita a la población a no reunirse y tomar precauciones como evitar contacto físico, el titular del Ejecutivo, convoca a reuniones masivas, promueve el contacto físico, viaja en aviones comerciales y dice que el país saldrá adelante porque además de ya no tener corrupción, somos herederos de culturas milenarias, claro, los chinos seguramente son una sociedad de reciente creación, cuya historia solo tiene un par de décadas.
El otro frente desde donde somos golpeados, es completamente interno, la situación económica del país es a mi parecer, el paciente cero que ya está en terapia intensiva, para empezar y como lo dije hace tiempo ya no hay dinero, el tan mencionado fondo de estabilización se acabará en próximos meses, el tipo de cambio cada vez está mas cerca de los 25 pesos por dólar, el precio del petróleo ha caído a niveles en los cuales inclusive su extracción ya no es rentable y la inversión es casi nula.
La respuesta al problema económico desde la sociedad tiene poco apoyo, fueron algo más de 30 millones de mexicanos los que le dieron el triunfo al morador de Palacio, pero, recodemos que somos mas 100 millones de mexicanos, es decir, hay 70 millones que deberían alzar la voz, si quitamos a los más pequeños, estamos hablando de entre 55 y 60 millones que deberíamos estar exigiendo cambios y resultados, pero poco se escucha, por su parte, la respuesta del gobierno, no existe, ellos se han concentrado en gastar dinero en programas sociales sin sentido y obras inútiles que poco avance tienen al día de hoy y poco será el alcance que tengan a futuro.
De continuar por el rumbo actual, es decir, si el actual gobierno no cambia la estrategia económicamente hablando, las proyecciones para el cierre de este 2020, son: una caída del PIB de cerca del 4%, tipo de cambio entre 25 y 26 pesos por dólar, perdida de inversiones y contracción del mercado interno, a eso hay que agregarle un precio del petróleo por debajo de los 25 dólares y, por si fuera poco con la crisis por el COVID-19, un posible colapso del sistema de salud nacional, nada alentador ¿verdad?, pero, dentro de todo esto hay algo que debemos ver como positivo, ya sabemos cual es el problema, ya tenemos el diagnóstico, ahora es momento de tratar la enfermedad.
En poco mas de 15 meses el ejecutivo y el legislativo, han demostrado su incapacidad, torpeza, tibieza y falta de preparación, la solución no la encontraremos ni en ya saben quien, ni en sus floreros ornamentales, es decir, los secretarios de estado, quienes por cierto, son una gran eminencia gris que brillan por su ausencia, la solución se encuentra en cada una de las personas que decidan levantar la voz para exigir resultados, para exigir acciones, ya basta de soportar burlas y engaños, basta de mantener a inútiles en puestos de decisión, es momento de que los liderazgos surjan, que las ideas y voces se escuchen, este no es tiempo ni de la oposición, ni del gobierno, es tiempo de los ciudadanos.
Al morador de Palacio y sus floreros, solo puedo decirles una vez mas, si les quedo grande la silla renuncien, dejen de hacer daño, dejen de joder a este país.